MÉRIDA, Yucatán, domingo 28/08/22.- Vivir el momento justo en que el enorme asteroide se impactó contra la Tierra hace 66 millones de años o estar frente a enormes dinosaurios son dos sensaciones que llenarán de emoción a los visitantes del Museo del Meteorito, ubicado en el Malecón de Progreso. 

“Gracias a la Realidad Virtual y Aumentada, los turistas tendrán idea de cómo cayó el meteoro en Chicxulub que acabó con los dinosaurios”, explicó Rubén Linares Carrillo, vocero de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) que tuvo a su cargo la construcción del recinto. 

El Museo, cuya construcción comenzó el primer trimestre de 2020 y concluyó en los primeros tres meses del 2021, ofrece un mundo fantástico de dinosaurios y fragmentos de rocas procedentes del espacio exterior. 

Hay guías entrenados que te llevan a la diversión, pero también te enseñan sobre la explosión del Big Bang, a diferenciar las piedras de rocas, viajar a través de la velocidad de la luz y conocer los diversos fósiles de plantas, conchas y dinosaurios que habitaron el planeta hace más de 66 millones de años. 

El museo cuenta con ocho salas que utiliza tecnología de Realidad Virtual y Aumentada para ofrecer a los visitantes un recorrido por miles de millones de años para integrarte a las cinco grandes extinciones del Planeta, la llegada del meteorito de Chicxulub a la Tierra y la creación de una nueva era.

Además, los turistas podrán “interactuar” con enormes especies de la era Cretácica gracias al uso de la tecnología. 

“El Museo del Meteorito de Progreso, que antes se iba a llamar El Museo de Geología o Museo de los Dinosaurios, tendrá Tiranosaurios, Espinosaurios, Dilofosaurio, Triceraptor y otras especies, cada uno con información sobre sus características”, comentó el funcionario federal. 

La intervención de Sedatu en Progreso fue parte de un proyecto del Programa de Mejoramiento Urbano que ejecuta el Gobierno Federal en algunos municipios de México. 

En el municipio porteño se ejecutaron cinco proyectos: un parque de playa, un mercado, el Museo, una plaza pública y un deportivo, “pero Sedatu sólo entregó al alcalde Julián Zacarías Curi cuatro, porque el recinto quedaría bajo la administración del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos de Yucatán (Cultur)”. 

Linares Carrillo dijo que se construyeron 18 prismas en el museo, “inspirados en las casas mayas”, y en el interior se trabajó con Chukum, árbol endémico de la Península de Yucatán que se caracteriza por su corteza espinosa y la resina rica en taninos que le da un color rojo vino. 

“Cultur desde el año pasado trabaja en la museografía del recinto, cuyas azoteas serán un espacio público para que se visite de manera gratuita y en la parte de abajo, estará el museo con los enormes dinosaurios que habitaron el Planeta”, explicó.

El edificio alberga una oficina de administración a cargo del municipio, una caseta de seguridad, cafetería “y al momento de entrar, el visitante se sorprenderá cuando recorra 10 espacios en esos prismas. 

“Será un viaje fantástico gracias al uso de las nuevas tecnologías, que permitirán saber, entre otras cosas, cómo fue el trabajo de los paleontólogos al momento de encontrar los fósiles de los dinosaurios”, precisó. 

Algunas de las diversas especies de dinosaurios que habitaron el Cretáceo se exhibirán en el Museo del Meteorito de Progreso a escala real, así como algunas rocas que pertenecieron al asteroide de 10 a 20 kilómetros que se impactó hace 66 millones de años en Yucatán. 

Linares Carrillo comentó que Sedatu construyó tres especies de lagunas de 16 m2 cada una en los jardines para rememorar el anillo de cenotes que rodea la Península de Yucatán. 

En los jardines hay cinco enormes dinosaurios, como el monstruo de Aramberri o Pliosaurio, el Tiranosaurio Rex, Quetzalcoatlus Nortrophi, Mosasaurus y el Parasaurolophus. 

“Ese es el Mosasaurus, el dinosarurio marino que sale en la película de Jurassic Park”, gritó emocionado un pequeño que llegaba con su padre al museo que se encuentra en el corazón del Malecón Internacional de Progreso. 

Adentro del recinto, decenas de niños, jóvenes y adultos hacen fila para entrar en grupos de 20 ó 30 personas para disfrutar mejor las sorpresas que hay en las diversas salas.- Martha López Huan