MÉRIDA, Yucatán, jueves 28/07/22.- El aplastamiento de los morenistas fundadores y de corazón lo viene a confirmar mañana AMLO, con una visita para reforzar a sus secuaces encabezados por Ovidio Peralta, quienes buscan hacerse de delegados, para que de ahí salga el próximo presidente estatal de Morena, a uno que puedan manipular, no como sucede ahora con Mario Mex, quien se les “resiste”.

Después de casi cuatro años de haber asumido la Presidencia, AMLO en ninguna de sus visitas a Yucatán ha inaugurado obras, solo hace anuncios, y nada más viene a reforzar el proceso interno de Morena en un estado donde no permea su partido, pues la gente sigue siendo panista o priista.

Como ocurrió en 2006, Yucatán se mantiene hasta hoy como el único estado, ya no solo del sur donde Morena no logra posicionarse y sigue estando muy lejos, ya no digamos de la gubernatura, sino de la capital yucateca, Mérida, que ha estado en manos del PAN desde hace 31 años, con una pequeña pausa en la que gobernó el PRI.

Morena tiene que conformarse con municipios pequeños, los cuales gana no por su trabajo político, sino porque postula a priistas o panistas resentidos que no fueron seleccionados por sus partidos para ser alcaldes.

El único municipio relevante que tenían, donde estuvieron por dos trienios, fue Valladolid, pero fue tanto el saqueo que hicieron de la antigua Zací que la gente no los quiere de vuelta nunca más.

Se espera que en las elecciones del 2024 Morena siga siendo en Yucatán un partido marginal, de los que atinadamente hemos llamado la “flota mosquito”.