MÉRIDA, Yucatán, sábado 09/07/22.- Nada es eterno, sólo Dios y el tiempo: La barredora acabó con decenas de trabajadores del Poder Judicial, todos priistas de hueso colorado, colocados por parientes, amigos y compadres, a quienes los nuevos consejeros mandaron despedir.
Casi 90 años de dominio del PRI en el Poder Judicial acabó de un golpe y porrazo: Llegó la era panista y con ella nuevas caras, pues nada cambia, solo los empleados que ahora serán nuevos y serán los amigos, comadres, compadres, “dorados”, “Xunes”, tiernitos y demás, de los panistas y de los magistrados, aunque éstos no sean panistas.
De los 1,500 trabajadores del Poder Judicial, los sindicatos que tiene el Poder Judicial sólo apoyan a sus 800 agremiados, en especial a sus consentidos, de modo que los otros 700, que eran de confianza o que de plano declinaron afiliarse se las verán negras.
“Llegó con todo la barredora y despidieron gente a diestra y siniestra, empezando con Fernanda Matus, la que fue consentida de Marco Celis Quintal, la que se sintió emperatriz de comunicación social y se sentía tan poderosa como un magistrado”, indicó nuestro informante.
Vendrá una avalancha de denuncias por despidos injustificados de trabajo, de modo que la oleada de magistrados panistas debió justificar bien los despidos, para no tener problemas.