MÉRIDA, Yucatán, lunes 20/06/22.- Lo que comenzó como un movimiento espontáneo, genuino, de abajo hacia arriba, para exponer las demandas de la comunidad LGBT+ en Yucatán, se volvió un desfile de vanidades captado por empresarios y políticos ligados a Morena, entre ellos la senadora Verónica Camino Farjat.

Esta prostitución del movimiento LGBT+ de Yucatán quedó de manifiesto con la más reciente marcha del orgullo gay en Mérida, el sábado pasado, que resultó ser un negociazo para los organizadores, pues cobraron cinco mil pesos a las empresas que querían tener su logo durante la marcha y en una tarima instalada en la Plaza Grandes, donde concluyó la marcha.

Adicionalmente, ahí en la Plaza Principal, la plaza de todos los meridanos, se instalaron mesas VIP por las que cobraron 9 mil pesos. De acuerdo con fuentes de la comunidad LGBT+, se vendieron 10 mesas especiales.

Y lo zopilotes políticos, como #MissTraicion, (Verónica Camino) aparecieron para tratar de llevar agua a su molino y sacar raja política de una lucha social.

Qué lejanos se ven esos tiempos en los que espontáneamente activistas e integrantes de este movimiento tomaban las calles de manera genuina para visibilizar su lucha: Iban a pie, en triciclos, en calesas o como pudieran, no en los carros alegóricos que se vieron el sábado, tal vez más vistosos y atractivos, pero vacíos en beneficios para quienes aún sufren muerte y discriminación en Yucatán.

Anteriormente su voz se escuchaba fuerte y fueron la semilla para el avance que hoy se tiene en el respeto y el reconocimiento a los derechos de la comunidad LGBT+

Lamentablemente la marcha del sábado ya no tiene esos elementos, incluso su lema fue demasiado guango: “derechos para todes”, sin profundizar en las verdaderas exigencias de la comunidad, para no herir susceptibilidades de quienes patrocinaron la marcha y que están muy vinculados al partido oficial en México, es decir, Morena y sus aliados, que han secuestrado la lucha para encausarla hacia sus electores fines.