MÉXICO, domingo 19/06/22.- Derivado de la pandemia en México está presente una crisis de empleo que está afectando a las familias, no solo en lo económico sino también en lo emocional, especialmente a los hombres.

“También existe otro segmento, más amplio, de papás que están generando menos ingresos que su pareja mujer. En ambos escenarios observamos que la batuta de la relación la están llevando las mamás, en casi todos los casos, porque finalmente en la sociedad actual, ser jefa o jefe de familia es asumido por el poder adquisitivo o el éxito, lo cual puede generar roces y problemas que afecten la salud emocional de las familias”, explicó la Mtra. Susana Salazar Gómora, coordinadora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia.

La especialista sostuvo que si no existe comunicación o empatía por la situación o si ya existían previamente conflictos de pareja, a la larga la problemática puede afectar a los hijos pequeños, y bajo ciertos escenarios, podría desembocar en un probable divorcio, “si la situación de desempleo se prolonga por más de seis meses, las posibilidades de separación aumentan considerablemente”, dijo.

“A esto se suman los moldes sociales que no se quitan tan fácilmente, aunque se esté promoviendo la igualdad y la inclusión por diversos medios. Se trata de costumbres que han regido la vida de las parejas durante mucho tiempo; entonces, un padre que aporta poco o nada en cuestión económica al hogar, es calificado como ‘débil’ por otros hombres; sin embargo, las propias mujeres también pueden devaluar a un varón, desde la misma relación de pareja o familia (suegros, padres, hermanos, cuñados e incluso los propios hijos)”, explica la especialista en psicología familiar.

Cabe precisar que el número de parejas que acuden a la clínica del organismo con esta problemática va en aumento a raíz de la pandemia. Actualmente representan el 30% de la consultas: “El problema se agudiza cuando hay mujeres altamente dominantes y hombres con un pasado de sumisión sobre todo ante el género femenino”, explicó el especialista.

Las especialistas de CEEPI han detectado que los hombres que viven este tipo de relación lo pueden asumir con enojo, se sienten impotentes y devaluados, lo cual puede afectar no sólo la relación de pareja sino a los hijos menores: “finalmente ellos también asumen las agresiones entre mamá y papá como propias. Sabemos por experiencia que puede ser el detonante para iniciar un proceso de divorcio muy violento, que dejará muchas secuelas emocionales en los niños”, sostuvo.

Por lo tanto, ¿Una pareja con esta problemática puede salir adelante? A decir del Susana Salazar Gómora es muy factible; sin embargo, apuntó que si se presentan discusiones o peleas de forma constante, lo ideal sería que ambos acudieran a una terapia psicológica.

“En el trabajo psicoterapéutico comprenden su historia como personas, comienzan a conocerse y a perdonarse sus fallas. La mayoría de los casos las parejas mejoran sus relaciones, sobre todo cuando hay amor y disposición para salir delante del problema”, concluyó.