MÉRIDA, Yucatán, miércoles 08/06/22.- Ante el inminente fallo a favor de los ejidatarios de Sierra Papacal, que demandaron la restitución de más de 1,148 hectáreas que les arrebataron autoridades de su mismo ejido y nueve empresarios, prestanombres de políticos y funcionarios de Mérida, a los ejidatarios los provocan, según denuncian ellos.
Unos cien ejidatarios han alzado la voz para exigir que se respeten sus derechos y tierras, al igual que las autoridades de todos los niveles acaben con los despojos y arbitrariedades de que han sido objeto por años y que hoy ya no van a permitir, porque el tiempo de quedar callados se ha acabado.
Indicaron que sus autoridades anteriores, a las que todos en el ejido de Sierra Papacal conocen como “Tomasín” (excomisario ejidal), “Coco”, “Gato”, “Rolando” y “Chino”, en complicidad de sus escasos achichincles, buscan a toda costa el enfrentamiento y provocar conflictos de otra índole, para enturbiar el fallo del Tribunal Unitario Agrario.
El 3 de junio se celebró la audiencia jurisdiccional y los cinco ejidatarios nombrados y los nueve posesionarios, empresarios y prestanombres, que en su vida han visto y utilizado una coa o se han ensuciado los pies con tierra, aceptaron, lisa y llanamente, que, efectivamente, la asamblea ejidal de Sierra Papacal, hace unos años, les “asignó” gratuitamente 1,148 hectáreas.
También reconocieron que ellos catastraron esta tierra y obtuvieron su número de tablaje catastral que después inscribieron en el Registro Público de la Propiedad, hoy denominado Insejupy.
Incluso que vendieron las tierras a terceros, pero que los ejidatarios que hoy demandan, en su oportunidad les cedieron sus tierras “gratis” y que ahora no pueden retractarse, porque ya es demasiado tarde para eso.
Sin embargo, todo es, naturalmente, falso ya que las demandas de los núcleos agrarios se pueden promover en todo momento, siempre que existan asambleas amañadas y fraudulentas (como fue el caso), en las que se haga firmar a los ejidatarios con engaños, prometiéndoles las perlas de la virgen.
Como lo hicieron con supuestas mejoras en su localidad, titulación de sus tierras y, en general, mejores condiciones de vida.
Para colmo y mala suerte de estos especuladores de tierras, no consta ningún pago por concepto de cesión o compraventa, usufructos o creación de centros productivos que generen empleos en el ejido en donde se instalaron estas lacras del campesinado de Yucatán.
Todo consta en el expediente 268/2021, radicado en el Tribunal Unitario Agrario.
Y es que falta que se falle por un número mayor de hectáreas, de las que fueron también despojados y eso sin contar, que, incluso, los especuladores cambiaron de uso del suelo tierras de selva baja, con la complicidad de autoridades corruptas del Registro Agrario Nacional.