MÉRIDA, Yucatán, viernes 03/06/22.- La Fiscalía apelará la resolución que liberó a María Antonia C.C., de 23 años, porque el tribunal ignoró la mecánica de hechos y que había elementos suficientes para condenarla por la muerte de su amasio Edwin Andrés J.A., de 36 años, cuando éste le confesó que pensaba dejarla.

Ayer publicamos que, en un caso que indignó a la gente de Sucilá, el Tribunal Segundo de Enjuiciamiento absolvió a María Antonia C.C., a quien acusaron de que el 7 de marzo de 2021 asesinó de un cuchillazo en el pecho a Edwin Andrés J.A.

Sin embargo, todo fue muy raro, ya que cuando la policía llegó al lugar del crimen no había sangre, el difunto estaba limpio y no había ningún arma. Es decir, no hubo testigos y, aunque se dijo que no hubo arma homicida, si la hallaron, pero en el lugar del crimen sólo estaban Edwin y María Antonia.

La Fiscalía no pudo comprobar que ella lo mató, aunque todo indica que ella fue. Es un caso muy parecido al de la película “Crimen perfecto”, de Antoni Hopkins.

En este polémico asunto, hubo tres personas más, que testificaron para que imputaran y vincularan a la mujer, por el delito de homicidio doloso, cometido el 7 de marzo del 2021 (vísperas del Día de la Mujer), en el municipio de Sucilá.

Sin embargo, estos testigos de cargo, que fueron el hermano y la mamá de la mujer, al igual que un amigo de la familia, se retractaron, luego de que dijeron que estaban en la vivienda donde ocurrió el crimen y que en el cuarto donde se halló el cadáver semidesnudo nada más estaba María Antonia y Edwin Andrés.

Durante el juicio oral, como es natural, el hermano y la madre de la procesada se abstuvieron de sostener su testimonio, como se los permite la ley. Incluso el amigo de esta familia, sin más, dijo que no firmó ningún documento en el que decía que la pareja (Edwin y María) estaba a solas, porque estaba muy borracho ese día y que sólo de eso, convenientemente, nada más se acordaba.

Los jueves del Tribunal Segundo de Enjuiciamiento se fueron por lo más fácil y dejaron en libertad a la mujer, aunque se encontró el arma blanca con la que se privó de la vida a Edwin, quien estaba semidesnudo en su habitación.

Es más, los jueces no tomaron en consideración la mecánica de hechos y que la única persona que tenía interés en matar a Edwin era María Antonia, porque sabía que la iban a dejar.

El 7 de marzo del 2021, a las 17 horas, la pareja se embriagaba en el cuarto que habitaban, ubicado en la calle 28 entre 15 y 13 de Sucilá. En eso, Edwin Andrés le confesó a María Antonia que pensaba dejarla, no obstante que tiene un hijo con ella, pues ya no quería continuar su relación, porque quería regresar a vivir con su esposa y sus otros hijos.

Esta confesión enojó a la mujer, quien, sin pensarlo, agarró un cuchillo de cocina y se lo clavó en el pecho de su amante, quien cayó al suelo, donde murió.

Los gritos asustaron a los vecinos, que avisaron a la Policía Municipal de Sucilá, de modo que uniformados llegaron y hallaron a la mujer, ya arrepentida, inclinada sobre el cuerpo inerte del hombre, al que buscaba reanimarlo, pero ya había fallecido.

La detuvieron y pusieron a disposición de las autoridades correspondientes, para que sea juzgada por este crimen, que parece ser que por la falta de apreciación de todos los elementos, de parte de los jueces del Tribunal Segundo, podría quedar impune, si es que no les enmienda la plana un juez federal.