MÉRIDA, Yucatán, sábado 14/05/22.- Pese a que desde ayer se eliminó el uso obligatorio del cubrebocas en espacios abiertos en Yucatán, pocos meridanos se atrevieron a salir sin esa protección que los ha acompañado en estos más de dos años de pandemia de Covid-19.

En un recorrido por el centro de la ciudad, se pudo constatar que fueron escasas las personas que les dijeron adiós al cubrebocas, incluso se les pudo contar con los dedos de una mano.

Se recorrieron diversas zonas del centro de Mérida, como las calles aledañas a los mercados, la calle 50 rumbo a San Cristóbal, la Calle Ancha del Bazar, el parque Eulogio Rosado, los pasajes Emilio Seijo y de las peluquerías.

También la zona de la Plaza Grande, el Pasaje de la Revolución, la Plaza de la Tecnología y los parques Hidalgo y de la Madre.

En todo ese recorrido solo se contaron cuatro personas sin cubrebocas, incluso turistas lo portaban.

Se les consultó a varios transeúntes y algunos dijeron que no sabían si ya no era obligatorio el uso en espacios abiertos.

Otros dijeron que habían escuchado que ya no sería obligatorio, pero se sienten más seguros usando el cubrebocas.

Una transeúnte que ya no lo utilizaba dijo que decidió salir sin cubrebocas, porque la sofoca por el calor cuando camina. Sin embargo, dijo que siempre lo trae en su bolsa para usarlo cuando entra a un lugar como una tienda o una oficina.

En varios establecimientos del centro de Mérida continúa la venta masiva de cubrebocas. En algunas tiendas se ofrecen a 10 pesos bolsas con cinco cubrebocas.

No se vio ningún comercio que estuviera rematando sus existencias de cubrebocas.

En la vida práctica la medida que anunció el jueves la SSY no cambia en nada los hábitos que ya tienen los yucatecos ante la pandemia, pues el 90 por ciento de los lugares donde se concentra la gente son espacios cerrados y tienen que seguir usando el cubrebocas.

Es una medida sin utilidad, como lo fue en su momento la prolongada ley seca, que solo aumentó el número de muertos por el Covid-19 en Yucatán.

Fueron 20 los muertos por consumir alcohol adulterado, durante la prolongada ley seca que decretó el Gobierno de Yucatán en el 2020.

En varias ocasiones Grillo Yucatán ya dejó en claro que se trató de una medida irracional que en nada contribuyó al freno de la pandemia en Yucatán, por el contrario enlutó a muchas familias y les dejó numerosas afectaciones, pues hubo personas que no murieron por la ingesta de alcohol adulterado, pero sí quedaron con secuelas.

Otro efecto colateral de la ley seca fue el encarecimiento de las cervezas y de las bebidas alcohólicas en general, en medio de las serias afectaciones económicas por el Coronavirus.