MÉRIDA, Yucatán, 09/05/22.- Los Ángeles Azules volvieron a triunfar en Yucatán: después de dos años de encierro por la pandemia del coronavirus reunieron a más de siete mil yucatecos en el estadio Carlos Iturralde Rivero de Mérida.

Al ritmo de cumbia, los invitados movieron el cuerpo, como sacudiéndose el fantasma del Coronavirus, y se dejaron seducir por el arte de los hermanos Mejía Avante, quienes en dos horas desgranaron sus éxitos logrados en 42 años de trayectoria.

Antes de que iniciara el multitudinario recital, Elías Mejía “El Doctor”, bajista y cofundador, a quienes los reporteros llaman “El Maestro”, hizo un guiño y brindó una señal de “espérenme tantito, ya vamos a empezar…”

Y así fue, desde el enorme escenario surgió la música de Los Ángeles Azules, el grupo orgullosamente mexicano que nació en 1980 en Itztapalapa, al Sur de la Ciudad de México.

Mientras los 14 músicos y vocalistas se acomodan en sus lugares, el acordeón, guitarra, teclados, bajo, percusión, batería y trompeta cobran vida y logran que decenas de personas se levanten de las gradas y se muevan con toda la sabrosura de la cumbia mexicana.

Al ritmo de Cómo te voy a olvidar, El listón de tu pelo, Cumbia a la gente, Nunca es suficiente, Mis sentimientos, Amor a primera vista y otras complacencias, Jorge interactuaba con el público, como doña Rosa María Chacón Galaviz de 73 años de edad, a quien puso el título “La admiradora número uno de Los Angeles Azules”.

“Aunque no puede bailar, sentadita disfrute nuestra la música”, dijo Elías, mientras atrás, el creador y arreglista de las hermosas las canciones, Jorge Mejía Avante, daba su aprobación con una cautivadora sonrisa.

Era el mejor regalo de 10 de mayo que una madre podría tener.

Desde su asiento en primera fila, doña Rosa María Chacón disfrutaba el concierto de Los Ángeles Azules en Mérida, un evento de calidad, como todos los espectáculos que ofrecen los empresarios Gilberto Andrade y Humberto Rodríguez en la Península de Yucatán.

El mismo Gilberto Andrade iba de un lugar a otro supervisando que todo sea de acuerdo con los protocolos de salud vigentes en Yucatán, aunque la entidad está en semáforo epidemiológico verde.

Mientras, sobre el escenario, destacaba el arte de otro de los hermanos Mejía Avante: Alfredo, quien demostró el poder del acordeón y teclados en la cumbia mexicana.

Demostró que “Desde Iztapalapa para el mundo” se ofrece calidad musical con los fundadores del grupo y los nuevos vocalistas, sangre fresca que engrana perfectamente con el público de tres generaciones.

Calidad, sólo calidad hubo en el estadio Carlos Iturralde Rivero de Mérida, como en cualquier escenario que pisan Los Ángeles Azules en Estados Unidos y Latinoamérica.

En Mérida no necesitaron la presencia de Ximena Sariñana (Mis sentimientos), Natalia Lafourcade (Nunca es suficiente), Belinda, Horacio Palencia y Lalo Ebratt (Amor a primera vista), Guaynaa (Cumbia a la gente), Vicentico (Juventud) o Nicki Nicole (Otra noche), ya que con el simple acorde de las canciones con las que grabaron los duetos llegó la trascendencia, la trayectoria, el dulce sabor del éxito.

El final fue espectacular con el famoso Cómo te voy a olvidar, pero fue de ensueño para doña Rosa María, a quien Elías le obsequió una enorme toalla blanca, como agradecimiento.

Sus hijas y nietas eran las más felices, porque Los Ángeles Azules, su grupo favorito, complació en todo momento al eje de la familia, en vísperas del 10 de mayo de 2022.- Martha López Huan