MÉRIDA, Yucatán, lunes 25/04/22.- La huella que el cantautor yucateco Sergio Esquivel dejó en México con su partida, el 25 de abril de 2021, es profunda, romántica e indeleble, igual que su legado.
El maestro Felipe de la Cruz, con quien compartió momentos importantes en el Taller de Composición, admite que lo extraña y recuerda como un ser maravilloso.
“Con sus canciones nos dio alegría, ternura, amor y como persona nos regaló esos mismos sentimientos que compartió con mucha gente y las nuevas generaciones”, dice el Hacedor de canciones.
En entrevista exclusiva, el autor de “¿Dónde estabas anoche?” y “Sucedió en Akil”, habló de la vasta obra del maestro Sergio Esquivel, cuyas canciones dieron la vuelta entera en México y Latinoamérica en las voces de José José, Christian Castro, Celia Cruz, Armando Manzanero, Libertad Lamarque, Antonio Marcos, Lupita D´Alessio, María San Felipe, Rodrigo de La Cadena, el mismo Felipe de la Cruz y muchos más.
Una de las canciones que compuso Sergio Iván Esquivel Cortés en sus más de 50 años de trayectoria, va como anillo al dedo en este primer aniversario luctuoso: “Nadie se va del todo”.
La canción, que conmocionó al público en 1989 en el Festival OTI, desgrana: “Nadie se va del todo, siempre y de algún modo, nos queda un poco de su amor
tras la ventana, por los rincones, entre recortes y fotografías. Y en una silla, que hoy está vacía, nadie se va del todo, siempre y de algún modo
nos queda un poco de sabor, en la camisa, sobre la almohada,
entre las manos y en cualquier caricia, y en lo profundo de los sentimientos…”
Al maestro Sergio Esquivel siempre lo recordaremos como el yucateco que impulsó la obra de jóvenes compositores, la trova yucateca y porque dio a México el primer lugar del Festival OTI (Organización de la Televisión Iberoamericana) con “Qué alegre va María” en Belo Horizonte, Brasil, en 1973.
Sin embargo, la canción “Un tipo como yo” refleja el sentir de los trovadores yucatecos: “De un tipo como yo, un loco enamorado, que con tenerte a ti, tiene el mundo en sus manos. Que no le pide a la vida, y nada más, tu vida, que se juega la suerte y nada más por verte…”
“Siempre lo recordaremos, por su obra y como un ser extraordinario que amó la vida”, concluye Felipe de la Cruz.