MÉRIDA, Yucatán, lunes 18/04/22.- Científicos de las Universidades Nacional Autónoma de México y Texas reanudarán en julio próximo las investigaciones sobre el cráter de Chicxulub: perforarán otro pozo frente a las costas de Progreso a bordo de embarcaciones oceonográficas, similares a las que usaron en 2016.

“Para seguir estudiando el cráter de Chicxulub se requieren tomas para elegir los sitios de muestreo y hacer estudios previos de geofísica y geología marina”, explicó la paleoclimatóloga Ligia Pérez Cruz, investigadora de la UNAM.

Recordó que en 2016 cuando se perforó y sacaron las muestras “había 10 años de estudios preliminares con embarcaciones oceanográficas mexicanas e internacionales”.

Este año navegarán 22 días frente a las costas de Progreso, en la plataforma de Yucatán, “porque se quiere seguir viendo un sitio y seleccionar otro que brinde más información de la que ya se tiene para iniciar los estudios prospectivos con barcos oceonográficos”.

Este proyecto se realizará con la Universidad de Texas y la UNAM, donde los doctores Ligia Pérez Cruz y Jaime Humberto Urrutia Fucugauchi participan como mexicanos en dos fases de las investigaciones sobre el cráter de Chicxulub.

En total ya son 70 años investigando el cráter de Chicxulub en perforaciones científicas.

El primer pozo que se perforó en la Península de Yucatán fue en 1952 por Petróleos Mexicanos porque estaban en búsqueda de yacimientos petroleros.

Fueron seis o siete pozos y la primera perforación fue cerca de Chicxulub, por eso al primer hoyo lo denominaron Chicxulub 1.

Sobre el regreso en los próximos tres meses en Progreso, Jaime Humberto Urrutia Fuguacochi, especialista de la UNAM y del Instituto de Investigación de Estudios Avanzados Chicxulub de la Secretaría de Investigación e Innovación de Yucatán, dijo que es necesario, ya que “se abren nuevas preguntas conforme se avanza y es la forma en que se trabaja en la investigación”.

El nuevo proyecto de este 2022 incluye investigaciones en la zona marina que forma parte del plan en desarrollo “y eso nos dará más información sobre cómo se formó el cráter de Chicxulub, la dinámica del impacto y los efectos en la extinción en el planeta”.

El investigador de la UNAM explicó los resultados importantes obtenidos en 2016 durante las investigaciones a bordo de embarcaciones oceonográficas, ya que diversos grupos de especialistas y científicos internacionales reportaron sus estudios y modelo de formación de una estructura en el centro del cráter de Chicxulub que se le conoce como El anillo de picos”.

“El anillo de picos es una cadena montañosa en formación semicircular que es muy común en el cráter de la Luna, pero aquí en la Tierra no se había visto nunca y hay muchas interrogantes de cómo se forma algo con esas características semicirculares”, explicó.

Los investigadores del cráter de Chicxulub revelaron que se encontró una evidencia que permitió hacer un modelo de la formación de El anillo de picos y se tienen estudios de estratigrafía (parte de la geología que estudia la disposición y las características de las rocas sedimentarias y los estratos), sobre la parte climática y la comunidad microbiana a una profundidad muy grande en esta zona.

“Los cráteres generan un ambiente muy particular por la alta temperatura, la parte de fluidos, sobre calentamiento y cuando se van enfriando constituyen ambientes muy interesantes para la formación de comunidades de bacterias microbios”, dijo Urrutia Fuguacochi.

Eso permite tener la capacidad para entender cómo operan esos organismos que están en condiciones extremas, muy semejantes quizá a lo que hay en otros planetas.- Martha López Huan