MÉRIDA, Yucatán, domingo 20/03/22.- Tan terco y necio como violento, Sergio Antonio S. U. trató de demostrar que está loco con tres testigos, más locos que él que se prestaron a su juego sucio, pero el juez desestimó los testimoniales y lo vinculó a proceso penal por la golpiza que le dio a su hijo de 15 años de edad.

El juez de control Santos Alfredo May Tinal no se dejó influenciar por estos tres testimoniales que, de antemano, no eran el momento procesal oportuno para presentarlos, pues fueron exhibidas antes que se resuelva su situación jurídica.

Un examen de psiquiatría arrojó que el ahora procesado no está mal de sus facultades mentales, sino que es muy astuto y quiso engañar a las autoridades haciendo creer que no está bien.

El viernes 4 de marzo se suspendió el control de la detención, hasta recibiera el juez un dictamen de psiquiatría en el que se descarte una causa de inimputabilidad, pues el detenido dijo que estaba “loco” (que tenía tratamiento psiquiátrico y no comprendía los alcances de un proceso penal).

Lo evaluaron en el Hospital Psiquiátrico Yucatán y el resultado fue que Sergio no encuadraba en ningún caso de inimputabilidad, lo imputaron y luego lo vincularon por violencia familiar, al mismo tiempo que el juez le impuso la medida cautelar de prisión preventiva por todo el tiempo que dure el proceso.

El martes 1 de marzo, a las 13:30 horas, Sergio le pegó una soberana paliza a su hijo de 15 años de edad, a las puertas de una casa ubicada en la calle 47 de la colonia El Porvenir, de modo que lo detuvieron policías estatales.

Luego se supo que siempre le pegaba a su hijo, pues cuando Sergio golpeaba a la madre del muchacho, el joven la defendía y su papá lo castigaba.