MÉRIDA, Yucatán, viernes 18/03/22.- A Izael Dzib Campos (a) “Iza” lo condenaron por el delito de homicidio calificado, ya que en junio del 2020 mató a un joven, lo descuartizó, congeló parte de sus carnes, las que supuestamente comió y el resto arrojó al interior de un pozo.

Lo condenaron, por medio de un juicio oral, los integrantes del Tribunal Segundo de Enjuiciamiento, quienes programaron para el viernes 24 de marzo la individualización de sanciones, aunque se espera que le den de 20 a 40 años de cárcel, pena en Yucatán por homicidio calificado.

El delito en materia de cadáveres considera a quien oculte, traslade, mutile, incinere, destruya, sepulte o mande enterrar un cadáver, un feto o restos humanos, sin orden de autoridad que deba darla, y sólo se le impondrá prisión de tres días a tres años y de dos a veinte días multa, de modo que fue más viable que lo condenaran por homicidio calificado.

El Código Penal del Estado de Yucatán fue modificado el 7 de junio del 2020 en este último delito y por eso se disminuyó la sanción y no considera el canibalismo, acto que supuestamente cometió el infractor.

Sin embargo, para su mala suerte, Izael no logró deshacerse a tiempo de las evidencias que lo vinculaban a la muerte del joven Roberto de Jesús F.A., pues la mamá de su víctima logró dar con su paradero y a la postre mover al aparato policiaco para que lo detengan.

Al principio, el asesino salió libre del penal meridano porque llegó ante el juez de control Kenny Martins Burgos Salazar acusado de los delitos de ataques peligrosos contra los agentes, resistencia y desobediencia, y portación de armas e instrumentos prohibidos.

Después no acudió a la audiencia de vinculación y se le declaró prófugo, motivo por el cual lo detuvieron y encerraron.

Aparentemente se puso violento el día que los policías fueron a entrevistarlo, dos días después que la madre de Roberto de Jesús diera con la casa en donde encontrarían los restos de su hijo, en un refrigerador y en un pozo.

Al asesino lo localizaron porque Roberto dejó su teléfono celular en su casa antes de salir, de modo que su hermana entró a sus contactos, a través de su computadora, y pudo acceder a los mensajes que intercambió con Izael.

En los mensajes se detallaba la ubicación del lugar donde habían quedado en verse, la calle 37 entre 4 y 6 de la Leandro Valle.

Por eso, en su momento, el juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda lo requirió y dictó auto de vinculación a proceso en contra de este sujeto por los hechos ocurridos en la colonia Leandro Valle.

Entre las últimas horas del 28 y las primeras del 29 de junio de ese año, el hoy condenado, con un arma blanca privó de la vida a Roberto, sin que se sepa exactamente el porqué del crimen.