MÉRIDA, Yucatán, domingo 13/03/22.- Sin duda madres es la palabra que mejor define, y en toda la extensión del término, a las religiosas Alicia, Reyna y Leticia que tienen a su cargo la atención de niñas y jovencitas en el convento de la Hermanas Trinitarias, en Chuburná de Hidalgo.

Oficialmente conocido como la Casa Luisa María Clar, el lugar es un refugio para niñas y jovencitas con problemas económicos y de abandono, pero también atiende a adolescentes que envían instituciones como la Prodemefa.

Bajo la tutela de la superiora Sor Alicia, las niñas reciben alojamiento, comida y asesoría educativa, incluso cuentan con un centro de cómputo donde hacen sus tareas escolares y donde tomaban clases en línea durante la pandemia.

Actualmente hay 12 internas que cursan estudios de primaria, secundaria y bachillerato. Asisten a escuelas cercanas, como la primaria Bernabé Argáez Milanés y la secundaria Salvador Alvarado, ambas en Chuburná.

Hay otras que cursan estudios de bachillerato en el Cobay y en otras instituciones. Algunas ya están por concluir este nivel y tienen planes de entrar a centros universitarios, tanto públicos como privados gracias a becas.

La hermana Leticia se encarga de apoyarlas en sus tareas escolares y en otras necesidades.

La hermana Reyna es la encargada de la cocina y de las compras. Está al pendiente de los menús y de que las donaciones en alimentos rindan. Cuenta con el apoyo de una señora que a diario va al convento a cocinar.

¿Cómo sobrevive la casa hogar?

A sus 80 años, Sor Alicia dirige como una auténtica CEO (Chief Executive Officer) la casa hogar que se fundó hace 66 años en una antigua hacienda en Chuburná de Hidalgo, para ser más exactos, el 4 de octubre de 1955.

Con destreza extraordinaria, como toda una “sharktank”, hace que rinda el presupuesto, pues los gastos mensuales oscilan entre los 70 mil y loa 80 mil pesos.

También tiene que administrar las donaciones, que a causa de la pandemia disminuyeron pues muchos de sus benefactores se enfrentaron a problemas económicos.

El principal gasto que tiene la institución es el de energía eléctrica, que es de 15 mil pesos en promedio, el cual han logrado reducir gracias a la instalación de paneles solares, pues anteriormente pagaban entre 22 mil y 26 mil pesos a la CFE.

A la casa hogar le urge tener más paneles solares para que el gasto en energía eléctrica no se convierta en una fuga de sus mermados recursos a causa de la pandemia.

“Actualmente tenemos la mitad de paneles solares, nos falta la otra mitad para que podamos reducir al mínimo este gasto que sí nos ahoga cada bimestre”, expresa Sor Alicia.

Los paneles que ya tienen los consiguieron mediante gestiones de personas altruistas que los apoyan, que consiguieron un redondeo de centavos para la institución.

Hace unos meses volvieron a participar en una campaña de redondeo, pero no pudieron utilizar los recursos en un proyecto de energía porque la convocatoria pedía que se usaran en salud.

Ante esto se construyó un consultorio médico y un gimnasio donde incluso Sor Alicia cada noche se ejercita.

“Si me preguntan, la principal necesidad que tenemos en estos momentos es la de los paneles solares, porque en el recibo de luz se nos van muchos recursos”, expresa la superiora en entrevista en la que estuvo acompañada de las hermanas Lety y Reyna.

En la plática también estuvieron Angélica Ortega, quien se encarga de recaudar fondos, y la psicóloga Maribel Aguirre Escobar, coordinadora del área de psicología en la institución.

Una labor de 24 horas

Desde muy temprano las hermanas trinitarias se levantan para atender a las internas, que se preparan para asistir a sus clases. Desayunan y se alistan para asistir a sus respectivas escuelas, ahora que se han reanudado las clases presenciales.

Durante la pandemia tomaban clases en línea en un centro de cómputo que se acondicionó con donaciones. También ahí reciben asesorías para mejorar en sus materias escolares, y para ello cuentan con el apoyo de una voluntaria de Mérida nos Une y de dos pasantes de ingeniería en sistemas que monitorean las computadoras de las jovencitas para que no visiten páginas indebidas.

Sor Alicia está muy agradecida con todos los benefactores de la institución, pues gracias a ellos nunca les ha faltado comida a las internas.

Sin embargo, menciona que durante la pandemia muchos benefactores ya no pudieron contribuir debido a los problemas económicos y también a cambios en las políticas de donación.

Por ejemplo, antes Costco les donaba productos, pero ahora las destinan al Banco de Alimentos y ahí se tienen adquirir. Les venden los productos a bajo precio, pero el problema es el traslado, pues el Banco de Alimentos se ubica en el Periférico Sur.

“A las niñas nunca les falta alimento y es comida variada”, asegura la superiora. “A la semana nunca les falta su torta de jamón y queso, un licuado de fresas con crema, bisteces, carne en salsa verde, quesadillas o burritas”.

Otras necesidades

Además de los paneles solares, otra necesidad urgente en la casa hogar es la impermeabilización de techos, pues a causa de las lluvias y ciclones del 2020 y 2021 se deterioraron las azoteas.

“Agradeceríamos muchos si alguien puede donarnos el material de impermeabilización, pues las instalaciones son grandes y se nos dificulta comprarlo con los recursos que tenemos”, explica.

En estos días el edificio antiguo del convento se pintó gracias a la donación de personas altruistas y a voluntarios que donan su tiempo para el mantenimiento de las instalaciones.

Hay un voluntario que se encarga del mantenimiento en general y otro que se encarga de las instalaciones eléctricas.

Si deseas más información sobre las actividades de la casa hogar Luisa María Clar puedes comunicarte con Sor Alicia Puerto al teléfono 999981-0383 o al correo electrónico trinimerida@prodigy.net.mx

También puedes contactar al doctor Vicente López, vicepresidente del Patronato al 9999 981-4731 o al correo vicentelopezrocher@gmail.com

Igual a la señora Angélica Ortega, recaudadora de fondos, al 9991 325429 o al correo angelicaog_67@hotmail.com

Si deseas aportar un depósito puedes hacerlo a la cuenta:

BBVA Cta.- 0110134775 Clabe transferencia.- 012910001101347752