MÉRIDA, Yucatán, lunes 17/01/22.- Yucatán es famoso en el mundo entero por sus comidas, como la cochinita pibil, papadzules, salbutes, queso relleno, panuchos, relleno negro, relleno blanco, entre otras, a la que en este siglo XXI se le agrega un postre que ya quiere volverse tradición: el Marqui-helado de don Calín.
El secreto de ese delicioso producto, creado en 2017 por don Carlos Enrique Cruz Castillo y su familia, proviene del queso de bola de origen holandés (queso Edam), helados de fruta y la crujiente marquesita, un postre originario de Yucatán, parecido a una crepa, pero enrollada.
El enorme helado, famoso en el Parque de las Américas, cautiva por su mezcla de sabor y textura que va de lo crujiente a lo dulce, agridulce, chocolate o con toques tropicales, cuyo enorme cono con sabor a marquesita va relleno de queso de bola.
Esa es una sorpresa inesperada: después de saborear el helado cubierto con queso de bola, chocolate, la lechera u otras delicias, el final sea una deliciosa marquesita.
“La historia del Marqui-helado comenzó en una fiesta familiar, cuando mi hijo José Enrique Cruz Hernández, que elabora marquesitas, formó barquillas con la forma de los conos y le agregamos los helados, el queso de bola, chocolate, chispas y otras golosinas”, reveló don Carlos Enrique Cruz Castillo.
En entrevista exclusiva, mientras ponía enormes bolas de nieve a las marquesitas en forma de cono, el propietario de “Helados y marquesitas Calín” informó con orgullo que proviene de una familia cien por ciento yucateca, creadora de los sorbetes de fruta.
“Mi padre, don Carlos Cruz Basto vendía helados de coco, vainilla, chocolate y frutas de la época aquí en la García Ginerés; era muy famoso y yo aprendí el oficio y mis hijos también, pero lo fueron perfeccionando hasta que en 2017 creamos el Marqui-helado”, explicó.
Alrededor de la pequeña marqui-heladería, ubicada en el Parque de las Américas, había una fila de turistas locales, nacionales y extranjeras esperando que la familia elabore el delicioso postre que a cinco años de su creación ya es algo que se mete en el gusto de muchos meridanos.
“Hola Calín, hoy quiero una Marqui-helado de coco y dos helados de chocolate para mis hijos”, dijo un conocido empresario radiofónico que, como cualquier cliente, hizo la fila para disfrutar los sorbetes, cuya historia comenzó en 1945.
“En la época de los 70s yo era un niño y quería aprender el oficio, pero mi padre no me dejaba venir a acompañarlo a vender, hasta terminar mi tarea de la escuela”, recordó nostálgico don Carlos Cruz.
Hoy, 77 años después, encabeza con firmeza la empresa familiar “Helados y marquesitas Calín”.- (Martha López Huan)