MÉRIDA, Yucatán, jueves 06/01/22.- “Cúrense con VapoRub”, ya mero les dicen a los derechohabientes del IMSS que consultan en la unidad de medicina familiar número 13, en Chuburná de Hidalgo, los cuales están muy molestos por la falta de medicamentos desde octubre de 2021.

La indignación crece por la falta de información precisa y clara sobre cuándo podrán surtir los medicamentos de los pacientes.

Doña Amalia Pérez, quien consulta por enfermedades crónicas, se queja de que la hacen dar vueltas.

“Me dan mis recetas de medicamentos de alto costo, voy a la farmacia y me dicen que no hay, que venga durante la semana”, nos comenta en entrevista con este medio de comunicación.

“Ahí voy a dar vueltas sin éxito… Después vence mi receta y me dicen que hay que volver a consultar”, se lamentó.

La quejosa afirmó que así ha sido durante noviembre, diciembre y ahora en este naciente enero.

“La última información que nos han dado es que pasemos a la dirección a dejar nuestros datos y nos llamen apenas se acumulen recetas, para que compren los medicamentos, pero esto nunca sucedió”, dice decepcionada la derechohabiente, quien dijo que tuvieron que comprarlas con su dinero y se preguntó ¿Qué pasa con aquellos que no tienen recursos?”.

Doña Amalia indicó que, ante su insistencia, la última vez que fue le dijeron que unos días antes que tenga vencimiento la receta vaya a hablar con el administrador para que él le dé una solución.

Sin embargo, pese a que tiene horario laboral de 8 de la mañana a 2 de la tarde, al administrador nunca se le localiza en la clínica.

Entre los medicamentos que escasean están Meloxicam, Hidroclorotiazida, Gaboentina, Calcitrol, Clonazepam, Cinarizina y otros que consumen personas con tratamiento de por vida y gente de la tercera edad.

Derechohabientes aseguran que nunca habían visto tal escasez de medicamentos en la clínica del IMSS en Chuburná. Son tantas las llamadas de quejas que recibía que ya no contestan en el número de teléfono que aparece en Google.

“Ya solo falta que nos digan que nos curemos con Vaporub y paracetamol”, lamenta la señora Amalia, una mujer de la tercera edad.