TZUCACAB, Yucatán, miércoles 05/01/2022.- Han vivido por los siglos de los siglos y han sido testigos de hechos históricos, pero cada vez son menos los centenarios arboles en las comunidades del sur de Yucatán.

Los pocos sobrevivientes se ubican en sitios públicos, por lo general las plazas principales. La mayoría ya fueron derribados para dar paso a construcciones humanas.

En los patios de las viviendas la suerte ha sido peor para estos colosales árboles de especies nativas, como el yaxché o ceiba y el pich.

En Dzemokut, comisaría de Tzucacab, hay una ceiba a la que los habitantes le calculan unos 300 años, pues los vecinos más antiguos recuerdan que está ahí desde que ellos eran niños, y sus abuelos les contaban que cuando ellos eran también pequeños ya estaba el árbol.

El yaxché, conocido también como el árbol sagrado de los mayas, se localiza en el centro del pueblo.

Otro centenario árbol es un pich que está en la cabecera municipal de Tzucacab, en el campo de la antigua estación de trenes, al que le calculan unos 200 años.

Lamentablemente cada vez son menos estos árboles, pues muchos por temor a que los derriben los huracanes los cortan en sus terrenos, para que no caigan sobre sus casas.