MÉRIDA, Yucatán, jueves 16/12/21.- Encabezados por la polémica juez Leticia del Socorro Cobá Magaña, quien hace años condenó, con base en pruebas falsas, a Armando M.M., por la muerte de F.I.A.M. hizo de la suyas de nuevo al dejar libre al agresor sexual Christian B.C., pero el Tribunal Primero lo condenó y evitó una pifia más de esta “juzgadora”.

Luego que los miembros de la Segunda Sala Colegiada del Sistema Penal Acusatorio dejaran en libertad a Christian, con una resolución ilógica y fuera de todo principio de justicia, los jueces del Tribunal Primero de Enjuiciamiento lo condenaron a 6 años de prisión.

Encabezados por la licenciada Leticia del Socorro Cobá Magaña, los magistrados resolvieron en segunda instancia que no se impusiera la medida cautelar de prisión preventiva a Christian, argumentando que, aunque la víctima es menor de edad y su agresor su vecino, y que el hecho haya ocurrido en la calle, no había ponderación de nivel de riesgo como para ponerle prisión preventiva porque a su criterio no se adujo al principio de proporcionalidad.

Sin embargo, mucho antes el Centro Estatal de Medidas Cautelares determinó como alto el grado de riesgo que representa el sujeto para la víctima y su familia.

Aun así, la magistrada Cobá Magaña dijo que ¿Cuál sería el riesgo procesal concreto que representaría la libertad del imputado? Y que no existe necesidad de cautela, pues no hay noticia o indicio de un “riesgo fundado”, que atente contra la víctima y testigos.

Subsanado el terrible error de esta juez, los miembros del Tribunal Primero también le suspendieron sus derechos políticos; lo amonestaron públicamente; lo condenaron al pago de 300 días multa, equivalentes a 25,347 pesos; a que repare el daño por 4 mil pesos; no hicieron pronunciamiento alguno en cuanto a los beneficios sustitutivos de sanciones, debiendo será el juez de ejecución de pena quien se pronunciará al respecto, y prohibieron acercarse a la víctima directa a una distancia no menor de 200 metros.

Este sujeto abusó sexualmente de una menor, el 23 de septiembre de 2019, cuando se topó con ella en la calle 114 entre 67-A y 65 del fraccionamiento Jardines de Mulsay, cuando, con todo cinismo le alzó la falda escolar a la menor y tocó por encima de su ropa interior su vagina, pero la joven sujetó por el cuello de la camisa al tipo, impidiendo que huya la fuga y junto con su madre, que llegó en el momento, lo entregaron a las autoridades correspondientes.