MÉRIDA, Yucatán, domingo 12/12/21.- Las carreteras de Yucatán vestían de verde, blanco y rojo, los colores inconfundibles de la Virgen de Guadalupe y eran antorchistas de Tizimín, Molas y Cuzamá que, ataviados con playeras con la imagen de la Reina del Tepeyac, venían de Campeche rumbo a Tizimin a cumplir sus promesas.

Otros venían de Molas para dirigirse a Espita y unos de Cuzamá, quienes atravesaron la zona costera para dirigirse a Dzilam de Bravo.

El objetivo era el mismo: cumplir una promesa a La Guadalupana o pedir por la salud de la familia.

En Tekal de Venegas, muchos jóvenes llegaron a la iglesia y capillas para rendir tributo a la Virgen que se le apareció en varias ocasiones al indígena chichimeca Juan Diego, de las cuales la última fue el 12 de diciembre de 1531.

Por la noche, los voladores iluminaban los cielos de Yucatán para celebrar el 490 aniversario de la última aparición de la Reina del Tepeyac al hoy San Juan Diego.

Las luces, las velas y los rezos darán paso a Las mañanitas y después al tradicional” Del cielo bajó, del cielo bajó, triunfante y ufana, a favorecernos, a favorecernos La Guadalupana.

En el Tepeyac, en el Tepeyac, a hora temprana, a Juan Diego habló, a Juan Diego habló, La Guadalupana.