MÉRIDA, Yucatán, jueves 02/12/21.- Al parricida Miguel Ángel Can Herrera le esperan por lo menos 40 años de cárcel, luego que lo condenaron, pues en febrero de 2020 mató a machetazos a sus padres en Hoctún, en un ataque de esquizofrenia producto de su adicción de años a las drogas y el alcohol.


Lo condenaron los jueces del Tribunal Primero de Enjuiciamiento por el delito de homicidio en razón de parentesco (2), pues se superó los límites al demostrar la existencia del delito y la participación del procesado.

En un principio, pues padece esquizofrenia, la juez de control de Kanasín, Maritza Virginia Polanco Sabido, suspendió la audiencia de imputación y lo mandó a valorar al Hospital Psiquiátrico para ver si puede ser declarado inimputable.

Mucho antes, la Fiscalía solicitó la legal detención del imputado, pero la defensa pidió que, en virtud de la información proporcionada por el imputado, así como también que ésta fue corroborada por su esposa, en el sentido que padece esquizofrenia y que ha llevado tratamiento en el Hospital Psiquiátrico, se suspenda el proceso para efecto de realizarse el dictamen psiquiátrico correspondiente y determinarse si es o no inimputable.

También se pidió que informe el Hospital Psiquiátrico si el imputado ha llevado algún tratamiento.

Lo denunciaron la señora Ángela Librada C.M. por la muerte de su hermano Miguel Eladio C.M. y por David Alejandro C.H., por la de su progenitora.

El 18 de febrero del 2020, a la 01:30 horas, Miguel Ángel entró a una casa ubicada en la calle 21 de la colonia Santa María de Hoctún, pero estaba armado con un machete y al ver a su padre acostado en su hamaca lo macheteó.

La señora María del Socorro H.M., al darse cuenta de lo que pasaba intervino en defensa de su marido, pero el sujeto también la agredió con el arma.

Debido al escándalo, una hermana del ahora occiso, quien vive enfrente, llegó al lugar para ver qué ocurría y vio que su consanguíneo estaba malherido y su cuñada se hallaba también lesionada y el agresor salió por el patio y huyó.

A los lesionados los llevaron a la clínica del IMSS de Izamal, pero en el camino falleció el agredido.

Luego de varias horas, al agresor lo encontraron escondido en una cueva de un terreno baldío de la comunidad.