MÉRIDA, Yucatán, viernes 05/11/21.- Luego de un año y tres meses, nada tonto el parricida Rubén David Solís Solís, de 41 años de edad, “confesó” que mató a su papá, lo que era más que evidente, y redujo su condena a sólo 20 años de cárcel, cuando merecía 40.


Esto lo logró en complicidad con el sistema de justicia penal y de la juez Blanca Beatriz Bonilla González, quien aceptó un procedimiento abreviado en un caso en el que el culpable estaba plenamente identificado y se sabía perfectamente que él mató a su papá.

A Rubén David lo sentenciaron por el delito de homicidio en razón de parentesco, pues mató al señor Rubén Guadalupe S.M., de 73 años, quien era su papá, delito que denunció María Eugenia S.S.

De acuerdo con datos recabados, el asesinato ocurrió el 13 de julio de 2020, en la cocina de la casa del papá del ahora parricida, en la colonia Miraflores, cuando Daniel le pidió dinero a su progenitor para pagar deudas, pero como se lo negaron se enojó, agarró un martillo y mató a su padre.

Al asesino lo detuvieron al día siguiente, por elementos de la Policía Estatal de Investigación (PEI) de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Luego que mató a su papá Rubén G.S.M., de 73 años, en su casa ubicada en la calle 21 entre 16 y 18 de la colonia Miraflores a las 2:45 pm, al ver a su progenitor tirado decidió huir con todo y auto, el cual abandonó en calles de la colonia Cortés Sarmiento.

Una hermana del sujeto vio la discusión y al ver inconsciente a su padre llamó al número de emergencias y al lugar llegaron policías y paramédicos de la SSP que notaron que el adulto mayor ya había fallecido.