MÉRIDA, Yucatán, domingo 17/10/21.- Por culpa del juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda, quien dejó libre al abusador sexual Oscar Humberto L.S., éste huyó, luego de dejar tirado en un paradero de autobús el brazalete electrónico que portaba y un celular que lo monitoreaba.

Esta no es la primera vez que esta clase de dispositivos, de tecnología completamente obsoleta, es burlado por los procesados, incluso hay tutoriales en las redes sociales sobre cómo quitárselos.

También se ha dado el caso de un sujeto que se quitó el dispositivo y se lo puso en el cuello a su perro, al igual de un personaje que desfalcó a un medio de comunicación y, cuando estaba en un hotel, por un arraigo, se dio a la fuga.

Incluso un extranjero burló en tres ocasiones el aparato, el cual siempre se lo quitaba y dejaba abandonado en el parque de San Juan.

Por eso, recientemente, la señora Elsy Carolina C.G. acudió al Palacio de Gobierno y denunció públicamente que, por errores en un proceso penal, el presunto abusador sexual de su hija está prófugo de la justicia.

Dijo que la víctima, una niña de 12 años, fue atacada por una persona de nombre Oscar Humberto L. S., originario de Jalisco, a quien denunció en el 2019.

Expuso que la denuncia comenzó su curso y, finalmente, a mediados de este año, el sujeto fue vinculado a proceso por el delito de abuso sexual equiparado agravado; sin embargo, el juez Bonilla no consideró la prisión preventiva como medida cautelar.

Luego, el proceso entró en la etapa del cierre de la investigación, pero el martes 5 de octubre la señora recibió un mensaje de parte de la Unidad de Medidas Cautelares, que opera la Secretaría de Seguridad Pública, en el que le decían que en caso de tener acercamiento con el presunto responsable avisara de inmediato.

Comprendió el mensaje días después, cuando le notificaron que, ese el 5 de octubre, el vinculado a proceso se había quitado el “brazalete” y lo dejó abandonado en un paradero de la Avenida Jacinto Canek junto con un teléfono celular.

El juez Bonilla Castañeda le impuso medidas cautelares diversas a la prisión, en vez de dejar preso al imputado, como corresponde a un ilícito de esta naturaleza.

Le impuso presentarse a firmar ante el Centro Estatal de Medidas Cautelares; no salir del Estado; no acercarse a la menor víctima, a sus familiares y a su domicilio en una distancia no menor a 100 metros, y portar el brazalete electrónico.

El jalisciense es la persona que presuntamente, a mediados del 2017, cuando la menor de identidad reservada tenía la edad de 9 años, abusó sexualmente de ésta, cuando estaba en la casa de su abuela materna, en la colonia San Antonio Cinta, pues la tocó por encima y también por debajo de la ropa, para posteriormente decirle que no le contara nada a nadie. En diciembre del 2018, nuevamente abusó sexualmente de la menor.

En enero del 2019 otra vez abusó sexualmente de la menor víctima, ya que cuando estaban en la sala de la casa de la abuela de la menor, la tocó por encima de la ropa, luego metió su mano por debajo de ésta.

Esta menor no pudo repeler las agresiones por cuanto estaba paralizada, no pudiendo hablar ni llorar, aunado a que cada vez que terminaba le decía a la niña que no comentara nada.