MÉRIDA, Yucatán, jueves 30/09/21.- Rafael Echazarreta Torres, el cuch maletas de dos panistas y trapecista político profesional se comparó ayer, en la tribuna del Congreso del Estado, nada más ni nada menos con el intelectual político Carlos Castillo Peraza.

Este diputado, que luego de estar en el PAN, cargándole las maletas a Fernando Castellanos y a Rafael Castilla Peniche (a) “Cachicha” (+) saltó a Convergencia, PRI, PRD y ahora en MORENA, se parece a Carlos Castillo Peraza en lo que yo me parezco al papa Francisco: así es, le atinaste amigo lector, en nada.

Antes del inicio de esta legislatura local advertimos que se corría el riesgo de que los diputados de MORENA actuaran igual que sus predecesores, es decir oponiéndose a todo y con críticas infundadas, al estilo del peje y este “diputadito cuch maletas” (ahora se las carga a un general en retiro), no tardó mucho en darme la razón.
Carlos Castillo Perza fue un político intelectual, reconocido en México y en varias partes del mundo, quien co-gobernó con Carlos salinas de Gortari, en el impulso a las fformas esenciales que hoy tienen al país en muy cerca de la modernidad, con cambios a la constitución que frenaban el desarrollo de México.

En este contexto, al lograr los cambios el político yucateco afirmó: La victoria cultural ha sido nuestra”, porque se lograron los cambios que el PAN siempre había propuesto para modernizar y democratizar al país.

Ayer, este “diputadito cuch maletas” se dedicó a criticar el estadio sustentable, en asuntos generales, lo que exasperó al poco prudente, sensato e inteligente Jesús Pérez Ballote, quien lo interpeló desde su lugar, y dio pie a una pifia, por no seguir el camino correcto, de la presidenta de la mesa directiva, la “Buctzotzlovaquita” (Pilar Santos Díaz), quien le dio la palabra a su compañero de bancada, para que sólo le preguntara a Echazarreta porque insiste tanto en ese tema.

De manera prepotente y provocativa, el “diputadito cuch maletas” se negó a dejar hablara Chucho, pero la “Buctzotzlovaquita” insistió y el dio la palabra; luego, Echazarreta siguió su verborrea y Chucho intentó hablar de nuevo, pero el presidente de la junta de gobierno del Congreso del Estado, Víctor Hugo Lozano Poveda pidió la palabra y dijo que ni Chucho, ni la presidenta de la mesa directiva ni el “diputadito Cuch Maletas” tenían la razón ni podían usar el reglamento a capricho ni negarle la palabra a un diputado, porque el reglamento lo permite.

Sin embargo, se permite interrumpir, pero preguntando al que solicita la voz con qué objeto, si es para hacer una pregunta y se le pregunta a su vez al que está en tribuna si la acepta y en su caso se formula, lo que no realizó la “Buctzotzlovaquita”, es decir le dio la palabra a su compañero de partido sin preguntarle al “Diputadito Cuch Maletas”, quien se negaba a que hablara Chucho.