MÉRIDA, Yucatán, miércoles 15/09/21.- Por mentir, la mujer policía de Kinchil, A.M.M.E., que andaba de coscolina merece cárcel, ya que puso en graves problemas a dos de sus compañeros, con los que tuvo relaciones sexuales de mutuo acuerdo, pero dijo que la violaron para que su pareja no la dejara.

Sin embargo, la mentira de la mujer se descubrió mediante un vídeo, del cual gente de la Fiscalía tenía conocimiento, pero no lo usó en una muestra más de la mala leche del personal de esa dependencia.
En estos momentos falta que la denunciante sea sometida a proceso penal por declaraciones falsas ante una autoridad, pues a sus compañeros los encarcelaron injustamente, ya que no la violaron sino que participaron en la orgía, en la que ella asumió un rol por su propia voluntad y no fue forzada.

Absolución unánima de los jueces a los policías
Los jueces del Tribunal Primero de Enjuiciamiento absolvieron unanimemente por insuficiencia probatoria al ahora ex comandante de la policía municipal de Kinchil, Humberto R.A., y al agente Mario Humberto K.Ch., por los delitos de violación agravada y robo, supuestamente cometidos contra una servidora pública, que trabajaba en la misma corporación.

En el desarrollo del juicio oral, la defensa de los expolicías exhibió un video, tomado en el lugar y día de los hechos de los que los acusaban, en el que se ve que la denunciante ingería bebidas embriagantes con ambos, por su propia voluntad, y que los acaricia lascivamente, sin que se le haya forzado.

Ese mismo video, que fue determinante para la conclusión del asunto, dejó muy mal parada a la Fiscalía, pues fue deficiente en la integración de la carpeta de investigación y tenía conocimiento de la grabación y no la tomó en cuenta.

El video lo grabó por uno de los participantes en la supuesta violación y orgía, que ahora se sabe fue un encuentro sexual con ambos elementos y otra mujer, pero fue consensual y que la mujer acusadora inventó la violación y el robo, para “justificarse” con su pareja sentimental, que la descubrió.

Relato digno de una telenovela dramática
El encuentro sexual acordados entre el comandante, el policía y la mujer fue el 5 de agosto del 2020, entre las 15 y las 21:30 horas, tiempo en el que la mujer el comandante y su compañero agente se dieron cita en una casa sin número de la calle 11 entre 22 y 24 de la colonia Japón.

Como se vio en el vídeo, no la forzaron y ella acariciaba a los policías, pero una vez que la descubrió su pareja inventó que mediante la violencia física y moral la condujeron a uno de los cuartos del predio, donde el comandante, según inventó, empezó a darle besos y mordidas en la espalda, mientras que el otro policía le impuso la cópula vía oral.

Ella dijo que Luego el comandante le impuso la cópula vía anorrectal, conducta que repitió su subalterno y a la fuerza la llevaron al baño, donde este último le introdujo sus dedos en la vagina.

En su falso relato dijo que al salir del baño, estaba en la casa otra mujer policía y vio que sus pertenencias estaban sobre una mesa y al acercarse y revisar su cartera se dio cuenta que le habían sustraído 9,500 pesos.

Al seguir con su mentira dijo que recuperó su cartera y su teléfono celular y trató de retirarse de la casa, pero el comandante se lo impidió y la sentó a la fuerza en una silla de plástico y la otra mujer le hizo tocamientos en su vagina sobre la ropa; agregó que el oficial de menor rango, junto con la otra mujer, la llevaron a un cuarto, donde su compañera le practicó sexo oral, mientras el sujeto le chupaba los pechos.

El final de su mentira fue que trató de salir corriendo de la casa, pero se lastimó un pie; sin embargo, logró llegar a la calle y hablarle a su pareja, al que le pidió ayuda y al que le dijo que la habían violado, de modo que llegaron policías y arrestaron a los supuestos violadores.