MÉRIDA, Yucatán, viernes 27/08/21.- La delincuente confesa y mininarca Elena Reyes Gómez (a) “La Negra” se sometió a un procedimiento abreviado y la condenaron sólo a 2 años y 8 meses de prisión, por venta de drogas, pero le endilgarían muchos años de prisión si se comprueba que ordenó matar al pistolero duranguense Carlos Alberto R.S. (a) “Pelón”.

El juez de control de Umán, José Enrique Sáenz Dzul, accedió a este mal proceso que favorece a los delincuentes y no los castiga como debiera ser, y la condenó al pago de 147 días multa. Este juzgador es el “rey” de los procedimientos abreviado$.

“La Negra” confesó que el 7 de febrero, a las 14:35 horas estaba sobre la acera de la calle 39 entre 42 y 40 del fraccionamiento “Piedra de Agua”, de Umán, a la altura de un parque infantil, cuando se le acercó un sujeto a bordo de una motocicleta y que ella sacó de su mochila dos bolsitas con marihuana, que le entregó al drogadicto a cambio de dinero, pero la vieron elementos de la Policía Estatal de Investigación, quienes la detuvieron.

Previamente, mediante un procedimiento abreviado, el juez de control Luis Armando Mendoza Casanova condenó a Israel Antonio Puga Chi por ataques peligrosos, daño en propiedad ajena cometido contra servidor público y contra la salud por la posesión de marihuana, luego que lo detuvieron por su presunta responsabilidad directa en la ejecución del pistolero.

Mendoza Casanova le impuso a Puga Chi la pena de 3 años y 10 meses de prisión, y el pago de una multa de 37 días, quien reconoció que el 9 de febrero de este año, en horas de la tarde, se encontró en la calle 8 con 19 de la colonia San Antonio Kaua, a unos policías, cuando amagaba a otro sujeto con un cuchillo.

El delincuente aceptó que amenazó a los policías y le lanzó un tajo con el arma a su ahora denunciante, a quien le daño su playera, de modo que lo detuvieron y le hallaron cinco envoltorios con marihuana.

Realmente se le buscaba por su participación directa en el crimen a balazos del pistolero duranguense Carlos Alberto R.S. (a) “Pelón”, por órdenes de la confesa distribuidora de enervantes “La Negra”, supuesta autora intelectual de la ejecución.

Fuentes de la Policía Estatal de Investigación señalan que Elena supuestamente ordenó la muerte de Carlos Alberto, porque se había vuelto un problema en su negocio de las drogas.

Un tercer implicado en el crimen, ocurrido el 31 de enero en la casa número 528 de la calle 91-A con 22 del fraccionamiento Dzoyolá, les confesó a las autoridades su participación y se espera que sea presentado como testigo y obtenga beneficios.

El testigo dijo que los tres llegaron a bordo de un automóvil negro y del mismo descendió Puga Chi, que se aproximó hasta la casa donde estaba refugiado Carlos Alberto, quien recientemente había abandonado el penal de Mérida.

Cuando Carlos Alberto abrió la puerta, Puga Chi le disparó a bocajarro en siete ocasiones con una pistola, impactándole en la cabeza y otras partes del cuerpo; el matón y narco murió desangrado, mientras los tres asesinos huyeron, pero los localizaron por medio de las cámaras de videovigilancia y los testimoniales de algunos vecinos de la zona.

En agosto del 2020, el duranguense fue imputado por los delitos de ataques peligrosos y portación de armas e instrumentos prohibidos, por haberle disparado a un sujeto que le robó a su patrón (Carlos Alberto) con una importante carga de un producto de procedencia ilícita.

Lo denunció Danny Gabriel C. M. (a) “Danny”, que es el tío de la ex esposa del ahora occiso, de la que estaba separado desde hace años.

“El Pelón” trabajaba para un sujeto, conocido en el bajo mundo como “Vampiro”, al que se despojó de un cargamento importante de mercancía ilegal y que le dio la orden de ir por el “Danny”.

La ejecución se debió a que Gustavo de Jesús A.S. (a) “Veracruzano”, cuando era procesado por homicidio, puso a nombre de la esposa del ahora occiso un rancho, pues ambos tenían nexos con un cártel de la droga de Culiacán, Sinaloa.

Luego que al 2Veracruzano” lo condenaron a 25 años de cárcel, por haber asesinado a balazos a Elías Alejandro G.Ch., el 24 de octubre del 2014 en el restaurant bar “El Corral”, ubicado en el kilómetro 14.5 de la carretera Mérida, Umán, cambió de parecer y por medio de la violencia y las amenazas a la entonces esposa del ahora occiso, hizo que el rancho vuelva a su nombre.

En venganza, “Pelón” empezó a hostigar a la familia del “Veracruzano” y “La Negra” se prestó a calmarlo de una vez por todas y ordenó su ejecución, pues también afectaba a su negocio.