BRASIL, miércoles 25/08/21 .-Un grupo de investigadores brasileños identificó una sustancia presente en el veneno de las serpientes de la especie yararacusú que es capaz de impedir la reproducción del virus que transmite el COVID-19 en el organismo, informaron este martes fuentes científicas.
El péptido (molécula) identificado por los investigadores de la Universidad Estatal Paulista (Unesp) inhibió en un 75 % la capacidad del virus SARS-CoV-2 de multiplicarse en un cultivo de células de mono en laboratorio, informó este centro académico.
Los resultados preliminares de la investigación fueron publicados el 12 de agosto en la edición digital de la revista científica internacional Molecules y permiten pensar en la posibilidad de desarrollar medicinas para tratar el COVID-19, según Eduardo Maffud, profesor del Instituto de Química de la Unesp y coordinador del estudio.
El especialista explicó que los investigadores de la Unesp ya habían identificado moléculas del veneno de la yararacusú con propiedades antibacterianas y que por eso decidieron probar algunos de esos péptidos para ver si tenían acción sobre el SARS-CoV-2.
“Felizmente obtuvimos un resultado interesante con una de las sustancias. Identificamos una que no es tóxica para las células y que inhibe la reproducción del virus”, afirmó.
La yararacusú (Bothrops jararacussu) es una especie de serpiente venenosa del género Bothrops que tiene su hábitat en regiones selváticas del oeste, sudeste y sur de Brasil, así como en Bolivia, Paraguay y norte de Argentina.
El envenenamiento de personas provocado por esta variedad es el más común en Brasil de entre las diferentes serpientes.
De acuerdo con Maffud, una posible medicina desarrollada a partir de la sustancia identificada podría desacelerar la reproducción del COVID-19 en el organismo y darle tiempo a crear los anticuerpos necesarios para resistir a la enfermedad.
Los investigadores ahora pretenden identificar la posible dosis correcta de la molécula para el desarrollo de una sustancia con acción sobre el COVID-19, para entonces iniciar pruebas no sólo en laboratorio sino también con animales para determinar su eficacia.
“Si los resultados son positivos podremos pensar en el desarrollo de un tratamiento”, afirmó.
Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo, es el segundo en número de muertes, con poco más de 575.000 víctimas, y el tercero en número de contagios, con 20,6 millones de casos.
La epidemia, sin embargo, comienza a ceder y el promedio diario de muertes se ubica actualmente en su menor nivel desde enero y el de contagios en su nivel más bajo desde noviembre del año pasado.
(Con información de EFE)