MÉRIDA, Yucatán, sábado, 21/08/21.-La alimentación a base de frutas, miel, verduras, carnes y agua son algunos secretos de la longevidad, pero si le agregas trabajo, alegría y el cariño de la familia, la vida se alarga más. 

Y para muestra un botón: don José Librado Concha Casanova celebró el 17 de agosto pasado 101 años, acompañado de su familia que la integran sus siete hijos, 21 nietos, 27 bisnietos y 5 tataranietos. 

Don Lí, como cariñosamente le conocen en su natal Santa María, comisaría de Cansahcab, ubicado al Oriente de Yucatán, nació el 17 de agosto de 1920, pero su sonrisa y salud siguen firmes. 

La felicidad se acentúa cada año con la cercanía de su cumpleaños, ya que sabe que tendrá el mejor regalo: su familia que acude a su hogar con pastel, comida, velas, refresco y cuando se puede con mariachis. 

El hijo de don José Vicente Concha May y María Mercedes Casanova Cen, recuerda que durante su juventud se dedicó a trabajar en terrecerías, fue pozero, albarrador y agricultor. 

Siempre se dedicó a trabajar la tierra para dar sustento a la familia que formó con doña Martina Cutz Tun (+), con quien procreó a sus hijos Martha (+), Tula, Rita, Diony, José Vicente, Elvira y Flor. 

Aunque tuvo una vida difícil, don Lí se puso a trabajar muy duro para sacar adelante a su familia, quizá esa también sea la fuente de la juventud, pues a los 101 años de edad aún está lúcido y fuerte. 

Su memoria es infalible y recuerda que cuando era joven se dedicaba a cazar, “eso se hacía antes para llevar alimento a la casa, sembrábamos en la milpa todo lo que se podía (maíz, calabaza, frijol, camote y otros granos)”, dice el yucateco que siempre fue católico, hasta hace poco asistía a misa, rezaba rosarios y leía la Biblia con sus nietos. 

Ataviado con su guayabera y sus alpargatas -como para no dejar dudas-, don José Librado Concha Casanova asegura que le gustaba bailar jarana en las vaquerías y lo hizo hasta los 75 años de edad. 

El béisbol es su pasión y sigue disfrutando los partidos de los Leones de Yucatán, “no se va a dormir hasta que terminen los jueegos”, dicen sus familiares. 

Desde niño habla la lengua materna de Yucatán y sigue portando el traje mestizo para dejar en claro entre las nuevas generaciones de su familia el orgullo de sus raíces mayas. 

Su familia celebra este mes el cumpleaños 101 de don Lí, quien sigue un ejemplo de vida en Yucatán. 

Martha López Huan