CIUDAD DE MÉXICO, jueves 12/08/21 (EFE).— Distribuidores de gas protestaron ayer en Ciudad de México contra el gobierno por el nuevo tope máximo al precio del combustible y la creación de la empresa pública de Gas Bienestar, por lo que advirtieron de un posible nuevo paro de labores.
Con consignas como “Por ti estamos sin empleo” y “Se quiere quedar con el sustento de nuestras familias”, cientos de integrantes del Gremio Gasero Nacional marcharon contra el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“No es justo que él, que acaba de llegar al gobierno, nos quiera desaparecer, no es justo. Pueblo de México, exigimos que se nos devuelvan nuestros salarios”, exclamó uno de los líderes de la marcha sin identificarse.
La manifestación ocurre una semana después de una huelga de dos días que distribuidores de gas del centro de México habían iniciado porque la Comisión Reguladora de Energía (CRE) limitó los precios máximos para vender gas L.P. (licuado de petróleo) a los usuarios.
Los gaseros frenaron el paro después de que el presidente amenazó con denuncias penales a quienes interrumpieran el suministro, que ha afectado en particular al Valle de México, en la capital, y estados aledaños.
Apenas este martes, un día antes de la nueva manifestación, López Obrador agradeció a los empresarios “porque cumplieron”.
“Sí hubo una disminución del precio, y esto ayuda, y eso es lo más importante, a la economía popular, eso es lo principal”, sostuvo en su rueda de prensa matutina.
Aunque en un principio descartaron un nuevo paro de labores, al asegurar que solo buscaban el diálogo, el gremio de gaseros advirtió de una posible suspensión de actividades con el argumento que el precio fijado no les permite solventar sus gastos de operación.
“No tenemos contemplado hacer un paro a corto plazo porque tenemos la esperanza de ser escuchados. Queremos diálogo y todo lo que hagamos será pacífico”, declaró a los medios José Adrián Rodríguez, líder del Gremio Gasero Nacional.
Los gaseros avanzaron hasta el Zócalo, frente al Palacio Nacional, con la esperanza de un diálogo con el Gobierno.
El conflicto es un nueva batalla por el control del sector energético de López Obrador, quien anunció la creación de un órgano público, llamado Gas Bienestar, que prevé suministrar este combustible a un “precio justo” dentro de tres meses.