MÉRIDA, Yucatán, lunes 09/08/21.- En el caso del joven José Eduardo sale a relucir, por medio de un vídeo, una primera falsedad: No lo detuvieron por sospechoso, sino porque tenía una conducta anormal, debido a que estaba drogado con “cristal”, como él mismo admite.


De acuerdo con datos recabados, el joven veracruzano se portaba raro y algo violento en el parque de San Juan y una persona llamó, de manera anónima a la policía municipal, de modo que agentes fueron a verificar el dato y hallaron a José Eduardo, quien al verlos intentó huir.



Ya circula en las redes sociales un video en el que se ve la conducta anormal, temerosas, ansiosa y desesperada de José Eduardo, al que, unos policías lo interrogan y a los que les dice que fuma “cristal”, marihuana y cigarros y que bebe alcohol: “Ya no puedo evitarlo porque me volví adicto, afirma el veracruzano.

Del vídeo se deduce que al muchacho jarocho lo golpearon luego de que lo detuvieron o después de que salió de la cárcel: José Eduardo no se ve golpeado en el vídeo, de modo que, lo habrían golpeado y violado en la cárcel municipal, como afirman los fiscales, o lo agredieron física y sexualmente luego de que salió de la celda municipal, el jueves 22 de julio, poco después de las 10 de la mañana.

Una exhaustiva revisión a las cámaras de las celdas durante el tiempo en que estuvo encerrado el jarocho dirá lo que pasó y de paso descubría una red de mentiras o de plano confirmaría que al joven lo agredieron en la policía municipal. El reporte de su entrada y de su salida de la cárcel municipal dará también detalles de este caso.

Mientras, existe la posibilidad de que esta primera falsedad, de que lo detuvieron sólo por “sospechoso” sea la punta de un icber de falsedades, en las que probablemente hay otros involucrados, que si hablan lo dirían, porque la versión de José Eduardo ya no se podrá tener, sino sólo lo que le dijo a su mamá, que bien pudo ser una mentira que le dijo su hijo.

Ayer dijimos que, en el caso de José Eduardo, jarocho que llegó a Yucatán hace poco, debe resolverse en un abrir y cerrar de ojos, según lo denunciado por la Fiscalía, a la que sólo le bastará demostrar unas cositas y listo, ya que, según un boletín del Poder Judicial en la cárcel municipal los cuatro policías golpearon y violaron al veracruzano.

TODAS las celdas de la cárcel municipal, que ocupan un espacio de ocho por 20 metros, tienen cámaras de videovigilancia. Luego entonces sólo es ver en que celda estaba, la hora en que lo golpearon y lo violaron. Hay que agregar que si lo golpearon salvajemente el joven se aguantó y no gritó, de modo que el juez calificador, las secretarias y demás empleados no oyeron nada, esto si el ataque fue de día; si fue de noche, el juez calificador en turno y los guardias tampoco oyeron nada. O bien, taparon la cámara y no hay datos del lapso en el que estuvo preso el jarocho. Todo está ahí en las cámaras, solo hay que verlas, tan fácil como quitarle un dulce a un niño.

También dijimos que, como con Drake, en el caso de José Eduardo alguien miente, como sucedió en el caso del beisbolista Yadir Drake, a quien Reyna Rubí Pacho Manrique, una ‘maestra’, acusó de que sin motivo el jugador la insultó, la amenazó y la golpeó, pero luego se supo que la mujer fue la que mintió, porque su marido extorsionaba al cubano, porque “él lo colocó en el béisbol de la Liga Mexicana”. Una vez descubierta la mentira el asunto ‘murió’.

Se puede pensar que José Eduardo mintió y la mamá sólo repitió lo que él le dijo; falta que den su versión los policías y que la Policía Municipal demuestre que pasó, por medio de vídeos, actas levantadas de hora de entrada y salida del veracruzano, de los recorridos de los policías, etcetéra.
En este caso alguien miente…