MÉRIDA, Yucatán, martes 27/07/21.- Al ser imputados por los delitos de feminicidio, contra Teresa Aurora V.C., y de homicidio calificado contra servidor público, por el crimen del policía Raúl Adrián C.A., ambos cometidos en pandilla, los sicarios Moisés Alejandro L.J., Alejandro A.S. y María Jesús R.G. se negaron a declarar.


Los acusados, todos del Estados de México, declinaron emitir declaración alguna, porque cualquier cosa que digan en torno al asesinato de la ejecutiva bancaria, de 39 años, y del policía Raúl Adrián, de 23 años, los podría hundir en la cárcel de por vida.

En la audiencia presidida por la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez, los arriba señalados escucharon de los fiscales los hechos que se les imputan y luego éstos le solicitaron a la juez que se resuelva de una vez la situación jurídica de los imputados (auto de vinculación a proceso), dado que, según dijeron, tienen los datos de prueba suficientes para el probar los hechos y la coautoría de los procesados.

Sin embargo, los imputados y sus defensores solicitaron la duplicidad del término constitucional, es decir 144 horas, para llevar al cabo la audiencia de vinculación y definir su situación jurídica, de modo que la juzgadora notificó a las partes que esa audiencia se realizará el próximo viernes 30 de julio.

La juez Lizama Sánchez les impuso a los tres matones la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa por todo el tiempo que dure el proceso.

Tempranero asesinato de Teresa Aurora
Los hechos se dieron el pasado 23 de julio, entre las 7:20 y 7:40 horas, cuando los hoy imputados sorprendieron a Teresa Aurora en su propio domicilio, ubicado en la calle 19 entre 36 y 36-E del fraccionamiento Gran San Pedro Cholul, al momento en que ésta, con su hija en brazos, de año y medio, se dirigía a abordar su automóvil.

Enseguida la sometieron e intentaron arrebatarle a la menor; acto seguido, la arrastraron hasta el interior de la casa, en donde la golpearon y agredieron con un arma blanca, que le clavaron en el pecho, de modo que le ocasionaron múltiples lesiones que ocasionaron su muerte.

A bordo del vehículo de Teresa Aurora, un Toyota Yaris rojo con placas YWA-690-B, los detuvieron por el agente policiaco, en un tramo de la carretera Mérida-Motul.

Sin embargo, para no ser descubiertos, los dos sicarios detuvieron la marcha del vehículo y descendieron y atacaron al agente, a quien despojaron de su arma, con la cual le dispararon en diversas ocasiones, de modo que lo hirieron de gravedad y luego murió en la clínica T-1 del IMSS.

Abordaron el auto, que dejaron abandonado en el entronque a la carretera a Chicxulub Puerto y se subieron a una Van de transporte público de Baca, que viajaba hacia Mérida.

Ya en la ciudad, se dividieron, los hombres fueron a la terminal de camiones del Golfo, ubicada en la calle 65 entre 68 y 70, para abordar un autobús con destino a Tamaulipas.

Los detienen en la terminal del Golfo
Sin embargo, no contaron que unos ciudadanos los grabaron al momento de agredir y matar al agente y con sus imágenes, se les dio seguimiento con las cámaras de vigilancia de la policía, de modo que los arrestaron por la Policía Municipal de Mérida en la terminal y la mujer la detuvieron en la Posada Espinosa, ubicada por el rumbo de La Mejorada, donde estaban hospedados desde el miércoles 21 de este mes.

La muerte de la ejecutiva del Banco Santander se dio porque su a última pareja sentimental y padre de la niña de año y medio, de nombre Omar M., no le gustaba que la ahora occisa tuviera una vida social bastante activa, pues es un fanático religioso.

La pareja vivió en Morelos, pero, debido a las constantes agresiones de que había sido objeto, la mujer lo abandonó y se llevó consigo a sus tres hijos, todos de distintos padres.

Días antes del crimen, Omar M. se comunicó con ella y la amenazó, sin que se levante alguna demanda al respecto, sólo que la víctima le contó a su padre lo que había pasado y éste le dijo que estaría pendiente de ella y de su nieta.

Teresa Aurora tenía tres hijos, un jovencito de 12 años (hijo de David O.G., que, como ella, nació en Yucatán y se le ha mencionado erróneamente como el autor intelectual); una muchachita de 9 años, producto de otra relación sentimental, y la niña de año y medio, hija de Omar M.

Cuando ocurrió el ataque, los niños mayores estaban con sus respectivos progenitores, debido a la temporada vacacional.

Al parecer, el crimen, lo ordenó el papá de la bebé, de modo que éstos llegaron a Mérida, desde el miércoles 21 de julio y estuvieron vigilando a Teresa Aurora, para que al menor descuido le arrebataran a la niña, pero no contaron con que la madre opusiera férrea resistencia y la mataron.