UMÁN, Yucatán, domingo 25/07/21.– El juicio oral contra el ahora ex comandante de la policía municipal de Kinchil, Humberto R.A., y el agente Mario Humberto K.Ch., por los delitos de violación agravada y robo, comenzará, en un caso raro y confuso, que involucró a una agente, que no será juzgada.


El juez de control de Umán, José Enrique Saénz Dzul, dictó auto de apertura a juicio oral y durante la audiencia intermedia, los fiscales acordaron las pruebas que desahogarán en el juicio. En tanto, la parte asesora y la defensa de los imputados hicieron lo propio. No hubo exclusión de prueba alguna.

El juez Sáenz Dzul hará llegar al Tribunal de Enjuiciamiento competente los registros y a los imputados para que ese Tribunal determine la realización del juicio oral.

La agente femenil A.M.M.E. denunció a su superior y a un compañero, porque, según afirma ella, el 5 de agosto de 2020, entre las 15 y las 21:30 horas, la mujer policía, el comandante y su compañero agente fueron a una casa sin número de la calle 11 entre 22 y 24 de la colonia Japón, donde la habían mandado llamar para hablar con ella respecto a un auxilio policiaco realizado días antes.

Ella afirma que la amenazaron y la condujeron a uno de los cuartos de la casa, donde, primeramente, sin su consentimiento, el comandante empezó a darle besos y mordidas en la espalda, mientras que el otro policía le impuso la cópula vía oral.
Luego el comandante le impuso la cópula vía anorrectal, conducta que repitió su subalterno y a la fuerza la llevaron al baño, donde este último le introdujo sus dedos en la vagina.

Cuando salió del baño, la vio que estaba en la casa otra mujer policía y observó que sus pertenencias estaban sobre una mesa y al acercarse y revisar su cartera se dio cuenta que le habían sustraído 9,500 pesos.

Recuperó su cartera y su teléfono celular y trató de retirarse de la casa, pero el comandante se lo impidió y la sentó a la fuerza en una silla de plástico y la otra mujer le hizo tocamientos en su vagina sobre la ropa.

Luego el oficial de menor rango, junto con la otra mujer, la llevaron a un cuarto, donde su compañera le practicó sexo oral, mientras el sujeto le chupaba los pechos.

En un momento dado, la agraviada trató de salir corriendo, pero se lastimó un pie y aun así logró llegar a la calle y hablarle a su pareja, a quien le pidió ayuda y le contó lo que le hicieron. Al lugar llegaron otros policías municipales y detuvieron a los señalados, pero no a la mujer policía.