CIUDAD DE MÉXICO, martes 20/07/21 (EFE).— Con apenas el 21% de la población adulta inoculada, Chiapas es de largo el estado con un menor nivel de inmunización por la desconfianza de la población indígena en la vacunación y una estrategia local criticada incluso por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

Al principio de la pandemia, unas 150 localidades pertenecientes a 25 municipios de Chiapas mostraron un rechazo total a la existencia del coronavirus, alegando que era una enfermedad que los gobiernos crearon para manipular.

En este sentido, el tema de la vacunación no es distinto; y más de un año después del comienzo de la pandemia los pueblos conformados por mayas tzotziles, tzeltales, tojolabales y choles, entre otros, no han cambiado de parecer.

Todo ello ha llevado a que Chiapas, uno de los estados más pobres de México, solo cuente con un nivel de vacunación del 21% en la población de 18 años; y más, cuando el país —que suma 2.65 millones de contagios y más de 236 mil fallecidos— tiene un porcentaje de inoculación del 42%.

Muchos se resisten a ser inmunizados y prefieren utilizar sus propios métodos de combatir el virus.
Es el caso de don Fernando, de 40 años y originario de San Juan Chamula, que mientras vende helados de diferentes sabores con frutas de la región en el centro de San Cristóbal de las Casas, dijo a EFE que no está convencido de la vacuna y todavía no decide aplicarse la primera dosis. Su genética es fuerte, aseguró. “No me convence, porque se puede mejorar la salud con la alimentación, comer sanamente, no consumir tanta cosa enlatada, tanta grasa y esas cosas. No estoy de acuerdo en contaminar el cuerpo”, indicó.

A pesar de que el IMSS está realizando un operativo especial de recuperación de cobertura de vacunación contra el Covid para acercar la vacunación gratuita a las comunidades más lejanas de las urbes, la población indígena sigue renuente, pues afirma que han sobrevivido a esta mortal enfermedad a base de la medicina tradicional.

Luis Gómez, de origen tzeltal, explicó que en Chanal, su pueblo, no llegó la vacuna anti-Covid, pero que él tampoco piensa aplicársela de buenas a primeras porque le han dicho que es “fuerte” y además él ya tuvo Covid y se curó la enfermedad “con remedios y salí adelante”.

A pesar de la intensa campaña en las diferentes lenguas que ha emitido el gobierno chiapaneco, durante este periodo de pandemia los pobladores son bombardeados a diario por WhatsApp y algunos medios de comunicación de información engañosa, fomentando la desconfianza en el sector salud y creando una opinión de rechazo hacia la vacuna.

Además, la población que habita en la zonas rurales muestran más confianza en los centros de salud que las comunidades indígenas, donde muchos se aferran a la fe o siguen indecisos.

Por ello, en las zonas indígenas se ve muy poca gente hacer fila para aplicarse la dosis.

El bajo nivel de vacunación ha ocasionado divergencias entre el gobierno federal y el estatal, aunque ambos son de Morena.

“No tiene que ver con el hecho de que la gente no quiera (vacunarse); es que no se hizo el trabajo requerido de organización, de logística, de abasto de difusión”, explicó la semana pasada el presidente López Obrador, sobre el rezago en Chiapas.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, indicó que se prevé vacunar al 40% de la población, con un operativo especial de recuperación de cobertura de vacunación contra el Covid-19 en Chiapas.