XOCÉN, Valladolid, Yucatán, miércoles 14/07/21.- Xocén, comisaría de Valladolid, tuvo dos tesoros, que, a decir de sus habitantes son dos misterios sagrados: la Cruz Tun, que es venerada por el pueblo maya, y el Libro Vivo de Xocén, que se robaron y hasta ahora no han devuelto.
Xocén, ubicada a dos horas de Mérida, cautiva a visitantes de la Península de Yucatán, de México y otras partes del mundo por su idiosincrasia y sincretismo cultural y religioso, que data de hace unos 500 años.
La Cruz es muy milagrosa, por eso viene mucha gente a venerarla, a realizar peticiones imposibles y cumplir sus promesas, pero los extranjeros vienen a maravillarse de la sagrada Cruz de Piedra que marca el U Chumuk Lu´um, es decir, el centro del universo maya, relató el custodio del lugar, don Damián Noh Ay.
En entrevista exclusiva, durante un breve descanso en el Santuario de la Cruz Tun de Xócen, don Damián dijo que habitualmente llegaban muchos visitantes de Yucatán, Quintana Roo, Campeche y otros lugares del mundo, pero el flujo de turistas bajó mucho por la pandemia del Coronavirus.
La fiesta en honor a la sagrada y milagrosa Cruz de Piedra es del 1 al 3 de mayo, pero el 2020 y 2021 no se celebró como debía, ya que el comisario ordenó el cierre de calles cercanas para que la gente no venga y se eviten contagios y este año, sólo 40 personas llegaron el 3 de mayo, Día de la Santa Cruz.
A una pregunta, don Damián dijo que la Cruz Tun siempre ha estado aquí, no se puede mover porque forma parte de una gran laja.
“Se cuenta que nuestros antepasados se la querían llevar para venerar a otro lugar, pero no pudieron sacar la imagen porque forma parte de una roca enorme que está dentro de la tierra”, explicó don Damián, quien se encarga de mantener limpio y en buen estado el Santuario de Xócen.
Sobre los milagros de la Cruz Tun, aseguró que hay muchos, son incontables, pero dio su propio testimonio: “cuando llegué a U Chumuk Luúm estaba muy enfermo por la diabetes, me acerqué a la Cruz de Piedra y le pedí que me sanará. Recuerdo que no tenía muchas fuerzas y me recuperé, le debo mi salud y ahora estoy aquí para recibir a los visitantes, sin importar a hora”, relató.
Estoy aquí por mi fe y la de todos los que vienen a pedir milagros a la Cruz Tun, recalcó el custodio, que estaba acompañado de su esposa y de su pequeño hijo, quien habla maya en forma perfecta.
La Santa Cruz Tun de Xocén, que tiene un alto valor histórico y simbólico para los visitantes y no permiten que los visitantes tomen fotos, sufrió daños en 2019 cuando se incendió su altar a causa de una veladora.
Ante la importancia de su preservación, la Sección de Conservación y Restauración del Centro INAH Yucatán realizó trabajos de rescate y descubrieron una fecha en la base de la Cruz: 1641.
Al parecer, esa fecha es simbólica, ya que el pueblo de Xocén cree que la imagen es mucho más antigua que la Guerra de Castas e incluso va más allá de la llegada de los españoles.
Otras personas creen que su historia se remontaba a la Guerra de Castas y el culto a la Cruz Parlante de Felipe Carrillo Puerto y dicen que su compañera es la que está en Chan Santa Cruz.
LIBRO VIVO O LIBRO SAGRADO DE LAS PROFECIAS DE XOCEN
La comisaría también tiene otro misterio cautivante: la existencia del Libro Vivo de Xocén o Libro Sagrado de las Profecías que, según dicen, aunque es poco creíble, que desapareció entre 1880 a 1945. No se sabe a ciencia cierta cuando desapareció, lo único cierto es ya no lo tienen.
De hecho, en 1990, cuando el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, visitó Xocén, los indígenas mayas solicitaron apoyo para resolver varios problemas, entre ellos la búsqueda del Libro Sagrado de las profecías y aceptó sin dudar.
El Libro Vivo de Xócen, según los ancianos del pueblo, es sagrado y tiene vida, porque las hojas se pasaban solas cada día y tienen escrito todo: cómo es el mundo y cómo se va a acabar.
La búsqueda del libro, que mide un metro por un metro, estuvo a cargo del Arturo Warman, director del Instituto Nacional Indigenista.
El etnólogo formó una comisión multidisciplinaria para resolver el caso y encontrar el libro que supuestamente los habitantes entregaron en calidad de préstamo a un grupo de indígenas mayas rebeldes durante la sublevación contra el Estado Mexicano.
Luego fue visto durante la celebración del cuarto centenario de la fundación de Valladolid, luego se dice que llegó gente de Mérida y se lo llevaron a la Ciudad de México.
Otros creen que el libro está en alguna universidad de Estados Unidos.
La comisión oficial que creó Salinas de Gortari diseñó un plan de búsqueda nacional e internacional, que incluyó rastreo en bibliotecas, expedientes de tráfico ilegal de arte antiguo, grupos guerrilleros, archivos públicos y privados, pero no hubo éxito.
El Supremo Consejo Maya aún mantiene la esperanza de encontrar el valioso ejemplar, cuyas páginas -aseguraron- sangraban si alguien quería dar vuelta a las hojas, porque el libro tiene vida, solito pasaba las hojas de la vida.- Martha López Huan