MÉRIDA, Yucatán, martes 06/07/21.- En Yucatán no hubo Guerra de Casta, pues no había castas, sino que hubo un evento bélico, que tardó 54 años, y debe llamarse Guerra Social o Rebelión maya, afirmó el historiador yucateco Adolfo Camilo Góngora López.

Precisó que esa rebelión maya la extinguió el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, quien mandó a sus peores asesinos, como Victoriano Huerta ´El Chacal´, el que mató a Madero; también llegó Mondragón y el general Bravo, que le pone su nombre a la capital rebelde Chan Santa Cruz (Pequeña Santa Cruz en lengua maya) y queda como Chan Santa Cruz de Bravo.
A 174 años del levantamiento indígena maya en Yucatán, ocurrido en 1847, el historiador yucateco Adolfo Camilo Góngora López pide no confundir la Guerra de Castas con el levantamiento de Jacinto Can Ek, “eso fue otra cosa y ocurrió en 1761”.
“Ese fue primer levantamiento de los indios mayas rebeldes, pero Jacinto Can Ek fue aplastado brutalmente y todo acabó con su ejecución en la Plaza Grande de Mérida, donde fue desmembrado tipo ejecución de la Edad Media”, explicó el también poeta de 70 años de edad.

El historiador aclaró que la Guerra de Castas comenzó en 1847, pero no fue una guerra de castas, porque en Yucatán no hay castas; fue una guerra de rebelión de los indígenas apodados los Cruzo´ob contra los españoles, mestizos, criollos e incluso algunos mayas.
Góngora López dijo que el nombre correcto del evento bélico, que tardó 54 años, pues comenzó en 1847 y terminó en 1901, debe ser Guerra Social o Rebelión maya.
En esa época, la Península era toda Yucatán y los mayas se levantaron cansados de la esclavitud, robo de tierras, violación de sus mujeres y la miseria en la que los tenían los criollos, españoles y mestizos.
“No sólo Campeche y Quintana Roo pertenecían a Yucatán, porque una parte de Belice y la parte norte de Guatemala, por donde está Tikal, eran de este estado, precisó.
Después de la Guerra de Castas, el tirano Porfirio Díaz dividió Yucatán y sólo dejó un pedacito, pues antes teníamos más de 200 mil kilómetros y hoy apenas tenemos 39 mil”.
El historiador afirmó que la Guerra de Castas dejó de 250 mil a 300 mil muertos en la Península de Yucatán y la gente rica huyó a Cuba, Comayagua (Honduras), a Ciudad de México y otros estados, pero los más ricos se fueron a Estados Unidos y España.

EL FIN DE LA GUERRA
La Guerra de Castas la extinguió el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, quien mandó a sus peores asesinos, como Victoriano Huerta ´El Chacal´, el que mató a Madero; también llegó Mondragón y el general Bravo, que le pone su nombre a la capital rebelde Chan Santa Cruz (Pequeña Santa Cruz en lengua maya) y queda como Chan Santa Cruz de Bravo.
El nombre de este poblado cambió a Felipe Carrillo Puerto, en 1936 cuando el general Cárdenas es presidente.
Actualmente se sigue llamando así y es una ciudad grande, que se ubica rumbo a Chetumal, indica el entrevistado.
El historiador y poeta consideró que la Guerra de Castas nunca se conmemora en forma oficial, aunque se debe celebrar diciendo la verdad, pero la historia de México está incrustada de muchas mentiras hasta en los libros oficiales y en los privados, más.
Cuando terminó la Guerra de Castas, Porfirio Díaz nos quitó Quintana Roo, con el pretexto de perseguir a los últimos rebeldes y convirtió al vecino Estado en un territorio. En tiempos de Echeverría, en 1792, lo volvieron un Estado libre y soberano, mientras que Campeche se separó de Yucatán entre 1857 y 1858.
“La separación era inevitable, porque la mayoría de los gobernadores eran campechanos. Cuando todos eran yucatecos se peleaban por el comercio y Campeche tenía el principal puerto del Sureste”, explicó el historiador con 40 años de trayectoria.
Yucatán no tenía puerto y al separarse, creó el primero en Sisal y después Progreso, que se ha convertido en el más importante del Estado.

LOS VERDADEROS PROTAGOSNISTAS
¿Quiénes son los verdaderos protagonistas de la Guerra de Castas?, preguntamos.
Fueron Jacinto Pat, aunque Cecilio Chi fue el más radical, Venancio Pec, Florentino Balam y Marco Antonio Ay, quien fue al primero que fusilaron en Valladolid y entonces estalló el levantamiento, respondió Góngora López.
El historiador explicó que todos ellos eran caciques de los pueblos indígenas y tenía el control sobre la raza maya, no eran de esos indígenas que no tenían que comer. No, tenían cierto poder, ranchitos, casas y eran escuchados y obedecidos por las masas campesinas que luego formaron los Cruzo´ob en la mal llamada Guerra de Castas.
El historiador señaló que el dolor del pueblo maya comenzó desde que Hernán Cortés pisó Cozumel para iniciar la Conquista en México y después llegaron los Montejo a Yucatán para establecer las Encomiendas, que son hacienda de esclavos mayas.
“Primero crearon las Encomiendas, después Estancias y finalmente haciendas. Las encomiendas vienen desde la conquista, desde que los españoles pisan América y la establecían en todos lados”, dijo.
Sin embargo, señaló que no fue beneficioso para los indígenas mayas, porque fue un plan perverso, porque les decían a los reyes católicos: majestades, vamos a crear encomiendas, ustedes como soberanos encomiéndenos a los indios y nosotros los vamos a educar, evangelizar y alimentar, pero fue mentira, no hicieron nada de eso, los convirtieron en esclavos.
El historiador manifestó que la conquista del gran imperio azteca o mexicana comienza con la llegada de Hernán Cortés a Yucatán, aunque antes ya habían venido otros españoles: Juan de Grijalva, Francisco Hernández de Córdova y Juan Ponce de León, creo que fue en 1517-1516.
Antes de esos, una expedición española que salió de Panamá en 1509 para irse en barco hasta lo que es hoy República Dominicana, naufragó en el Canal de Yucatán y sobrevivieron ocho españoles, de los que al final solo quedaron dos: Gonzalo Guerrero y el seminarista Jerónimo de Aguilar.
El primero se casó con la princesa Zazil-Há, hija del cacique Na Chan Can de Chetumal, con quien procreó tres hijos, que fueron los primeros mestizos de México y creo que de América.
De Aguilar, por su condición de seminarista no se quiso casarse ni tener como concubina a ninguna mujer maya.
Varios años después (10 de febrero de 1519) vino Cortés a conquistar estas tierras, supuestamente a crear el mestizaje no casándose con mujeres indígenas, porque las violaban, aunque al final sí contraían nupcias, pero ya Gonzalo Guerrero se había adelantado con lo del mestizaje.
Luego llegaron los Montejo a conquistar Yucatán y al enterarse, Gonzalo Guerrero les mandó una carta donde les advirtió que, aunque es español como ellos, no vino a conquistar y peleará a muerte para defender a los mayas y cumplió.

MUERE PELANDO CONTRA LOS CONQUISTADORES DE SU PROPIA RAZA
“Las cartas están en el archivo de Indias en Sevilla, las leí cuando tuve oportunidad de ir, también están en los libros de historia”, aseveró el historiador, quien agregó que Yucatán ha destacado en la historia, pues fue el primero en registrar el mestizaje, en tener una guerra civil rebelde que fue la Guerra de Castas contra los conquistadores y fue el primer y único Estado que se separó de la República Mexicana, formando una nación independiente el 1 de octubre de 1841.
Yucatán fue el primer Estado socialista, comunista en tiempos de Salvador Alvarado y Felipe Carrillo Puerto y también fue el primero en iniciar el feminismo en México, gracias al general Alvarado, precisó nuestro entrevistado.
El investigador precisó que Yucatán ha sido el paladín, ya que desde estas tierras se iniciaron todos los cambios que han sucedido en México y no se valora, pero hay que leerlo y decirlo. En mis conferencias lo digo todo y nadie me ha replicado nada hasta ahora.
El entrevistado insistió en que este 30 julio de 2021 se debe celebrar el aniversario de la Guerra de Castas con la verdad, porque los indígenas mayas no pelearon para derrocar sus castas, ya que en Yucatán no había castas, sólo en la India. En México, hay razas y mestizaje, incluso hay raza negra que se mezcló con los habitantes de este estado.
Según dijo, en Yucatán se hicieron leyes para que no se mezclen; por ejemplo, si se casaba una yucateca con un negro o mestizo, el hijo quedaba esclavo.
Góngora López mencionó a María Uicab, una de las jefas rebeldes que luchó con los mayas y finalmente dijo que seis o siete zonas mayas, como Xocén, Tihosuco, Sacalaca y Felipe Carrillo Puerto fueron baluartes de la Guerra Civil; ahora, en sus comunidades tienen templos o centros ceremoniales donde se puede entrar sin zapatos. No cobran, pero el visitante debe llevar frijol, arroz o cualquier alimento.
En Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, están las cruces parlantes de los Cruzo´ob y en Xocén, Yucatán, un santuario de la Cruz Tun.- (Martha López Huam)