WASHINGTON, jueves 24/06/21 (AP).— Sin decir o escribir una palabra, el presidente estadounidense, Joe Biden, aumentó la presión sobre los gigantes tecnológicos que ya sienten el peso de investigaciones federales y del Congreso, demandas antimonopolios y críticas constantes de políticos de los dos partidos.

La semana pasada Biden nombró a una fiera crítica de las grandes compañías del sector, la académica antimonopolios Lina Khan, como titular de la Comisión Federal de Comercio (FTC). El paso fue una señal clara de una posición dura hacia Apple, Facebook, Google y Amazon y llega en momentos en que una propuesta bipartidista en la Cámara de Representantes pudiera reducir su poder en el mercado y obligarlas a separar sus plataformas dominantes del resto de sus negocios.

Muchos republicanos critican el dominio del mercado de los gigantes tecnológicos, pero no respaldan una reforma radical de las leyes antimonopolios. Los republicanos han acusado reiteradamente a las redes sociales de prejuicios anticonservadores y pudieran demandar sanciones específicas a cambio de su respaldo.

El enorme paquete legislativo, encabezado por el representante demócrata David Cicilline, crítico del sector, apunta a la estructura de las compañías y pudiera llevar a su división, un paso drástico para el Congreso contra una industria poderosa cuyos productos están profundamente imbuidos en la vida diaria. Si esos pasos son ordenados, pudieran causar los mayores cambios en la industria desde el histórico caso del gobierno contra Microsoft hace 20 años.

“Será un esfuerzo realmente grande”, dice Rebecca Allensworth, profesora de estudios antimonopolios en la facultad de derecho de la Universidad Vanderbilt. “El lenguaje complejo que pudiera ser empleado podría generar peleas en las cortes al reescribir cuatro décadas de ley antimonopolio”, dijo.

Elogiados como motores de la innovación, los gigantes tecnológicos de Silicon Valley disfrutaron durante decenios de poca regulación y estatus de estrellas en Washington, con un acercamiento notable durante el gobierno de Barack Obama, con Biden como vicepresidente, pero las fortunas del sector se revirtieron abruptamente hace dos años, cuando las compañías fueron blanco de intenso escrutinio federal, una investigación del Congreso estadounidense y críticas del público sobre asuntos de competencia, privacidad y discurso de odio.

Las propuestas legislativas prohibirían además que los gigantes tecnológicos favorezcan en sus plataformas a sus propios productos y servicios en detrimento de la competencia. La medida es influida por una investigación de 15 meses una subcomisión de asuntos jurídicos, encabezada por Cicilline, que concluyó que los cuatro gigantes tecnológicos habían abusado de su poder en el mercado al cobrar honorarios excesivos, imponer duros términos en sus contratos y extraer información valiosa de los individuos y negocios que dependen de ellos.