MÉRIDA, Yucatán, martes 22/06/21.- Aunque no lo merecía, porque atacó a una discapacitada, a la que violó en Halachó, y en otra pifia de la juez Diana Garrido, a José Eduardo Huchim Herrera le permitieron someterse a un procedimiento abreviado y sólo lo condenaron a ocho años de cárcel, cuando merecía el doble.

Ante la falta de criterio de la juez, eso queremos pensar, solo falta de criterio, Diana Yadira Garrido Colonia aprobó el acuerdo al que llegaron las partes para concluir de manera anticipada el proceso, es decir, la Fiscalía, el denunciante y el ahora condenado.

Hay que destacar que a las víctimas o a sus familiares los presionan para que lleguen a un acuerdo, práctica muy común en este sistema de justicia mexicano.

Bajo el título “Otra pifia de la juez Diana Garrido: Favorece de nuevo a un delincuente, con una pena ridícula”, apenas el domingo publicamos que Diana Garrido le impuso una ridícula sanción de tres años de cárcel al conocido vándalo Francisco Javier Uc Ku (a) “Tzorot”, que en un video presumió que arponeó y amenazó de muerte a Luis Miguel P.P, policía Municipal de Hunucmá.

Esta pena de risa, burla para la justicia y para la sociedad, la logró este delincuente sólo porque “confesó” su delito, cuando ya lo había presumido en su cuenta de Facebook, de modo que debieron seguirle el juicio y condenarlo severamente.

En esta nueva pifia, dos en menos de cuatro días, la “juez” le suspendió sus derechos político-electorales a Huchim Herrera; lo condenó a la reparación del daño en forma genérica; lo privó de sus derechos de familia para que no tenga relación a la víctima; le prohibió acercarse a la agraviada por el lapso de tres años contados a partir de que recupere su libertad, y le negó los beneficios sustitutivos de sanciones y condena condicional.

A este sujeto lo denunció Marco Antonio H.H., hermano de la víctima de identidad reservada.

El 16 de agosto del 2020, poco antes de las 21 horas, Huchim Herrera estaba en una casa de Halachó y al ver a su parienta discapacitada, quien dormía en una hamaca, se acercó a ella, pues estaba sola.

La despertó y la condujo a otra pieza de la casa, donde había una cama, y en ese lugar le impuso la cópula por ambas vías y la mujer no opuso resistencia porque padece una discapacidad intelectual permanente.

Para desgracia del violador, un familiar de la mujer y de Huchim Herrera descubrió el ataque cuando le cambió la ropa interior a la víctima y vio que estaba manchada de sangre.