IZAMAL, Yucatán, domingo 20/06/21.- Querido Monseñor Fermín, tú iluminarás las mentes, fortalecerás a los débiles, con tu misión irradiarás el dulce perfume de Cristo, el deseo de conocerlo y encontrarlo y podrás verdaderamente conducir las almas a Dios y servir a la iglesia, dijo el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, durante la Ordenación Episcopal a monseñor Fermín Emilio Sosa Rodríguez.

En esta magna ceremonia religiosa, a la que asistió el gobernador Mauricio Vila Dosal, Monseñor Sosa Rodríguez utilizó el báculo de poco más de 100 años de antigüedad, que le perteneció a Monseñor Crescencio Carrillo y Ancona, primer obispo izamaleño.

Monseñor Fermín Sosa Rodríguez es Nuncio Apostólico de Papúa Nueva Guinea, que ofició el Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.

La ceremonia fue en el atrio del Convento de San Antonio de Padua, en el santuario de la Virgen de la Inmaculada Concepción, en donde hace 28 años, el 11 de agosto de 1993, San Juan Pablo II se reunió con los pueblos originarios de América.

En la ceremonia, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega y el arzobispo Emérito, Emilio Carlos Berlié Belaunzarán, fungieron como los consagrantes de Monseñor Sosa Rodríguez. En la misa de consagración se leyó en lengua maya el Evangelio según San Lucas.

A la ceremonia de consagración episcopal también acudieron el Nuncio Apostólico en México, Monseñor Franco Coppola; el Nuncio Apostólico en Bolivia, Monseñor Angelo Accattino; los obispos de Campeche, Francisco González González; de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas; de Teotihuacán, Guillermo Escobar Galicia; el auxiliar de la Ciudad de México, Salvador González Morales; y el de Yucatán, Pedro Mena Díaz.

Ante decenas de fieles, familiares y personal de la Arquidiócesis de Yucatán, que encabeza el V Arzobispo, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, y ante la imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción, monseñor Parolin señaló: “recibes la misión de Nuncio Apostólico que conlleva un modo particular de servir, porque representa al Papa y a la Iglesia”.

En su mensaje de Ordenación Episcopal, el cardenal pidió al Nuncio Apostólico de Papúa Nueva Guinea, de origen yucateco “transparentar con tu vida y tus palabras que Cristo es la fuente de todo esperanza y el origen del que deriva el pensamiento y la acción de la Iglesia”.

“Estás llamado a prestar tus servicios en Papúa Nueva Guinea, donde el 30% de la población es católica. Ese país, situado entre Asia y Oceanía y posee abundantes recursos, necesita una importante colaboración entre los poderes civiles y las comunidades religiosas para un desarrollo integral”.

Para que se transforme el corazón del hombre, dijo que el Nuncio se convierte en un emblema de fraternidad entre los pueblos como una prueba de que las diferencias históricas, las angustias culturales y religiosas no impiden la construcción de una armonía superior que ponga la paz y el bien del Espíritu Santo.

“Que está Ordenación Episcopal, querido Monseñor Fermín, haga florecer el pueblo santo de Dios, que es la Iglesia”, aseveró ante Nuncio Apostólico de Papúa Nueva Guinea.

También se dirigió a los mexicanos “que conocen el milagro de la Virgen de Guadalupe, que desde su aparición en el Tepeyac hizo posible que el pueblo de las Américas se abriera más fácilmente a Cristo”.

“A partir de sus culturas y tradiciones formaron un pueblo de creyentes que puso el Evangelio como un gran camino de salvación y misericordia. Sin duda, la aparición de María de Guadalupe en México es un hecho milagroso”. (Martha López/Redacción)