MÉRIDA, Yucatán, viernes 11/06/21.- Lo juzgaron como niño, cuando ya es un asesino consumado: Julio César L.B., que a los 17 años fue coautor material directo de un homicidio y robo de vehículo, y lo condenaron a 2 años y 7 meses de cárcel, pero que ya debe estar libre, porque lo detuvieron en 2019.

Este adolescente y Carlos Alexey Ruiz Genesta, originario de Ucrania, pero con nacionalidad mexicana, mataron a José Armando A.C., el 31 de enero del 2019, cuando les intentó vender una camioneta Honda.

En lo que parece una farsa de juicio y de pena, un Tribunal Especializado en Adolescentes condenó en como niño a Julio César L.B., quien debe estar en el Ceama 2 años, 7 meses y 15 días; a que tenga dos años de asesoramiento colectivo y actividades análogas; lo amonestaron y apercibieron, y le impusieron que repare el daño por homicidio calificado y que pague 540 mil pesos.

En febrero del 2020 sentenciaron a 33 años y 9 meses de prisión, por el Tribunal Segundo de Enjuiciamiento, a Ruiz Genesta, por el delito de homicidio calificado y robo de vehículo automotor. El Tribunal también lo condenó al pago de la reparación del daño por un millón 622 mil 935 pesos.

Clarita Marlene C.C., madre del occiso, y José Antonio S.M., propietario del vehículo, denunciaron los hechos.

Carlos Alexey asesinó, el 31 de enero del 2019, junto con este menor al señor José Armando, vendedor de una camioneta Honda que anunció y por la cual fue muerto de certera cuchillada en el corazón.

El menor y el adulto mataron a esta persona, pues presuntamente iban a comprar la camioneta, y arrojaron su cadáver en la calle 39 con 142 de la colonia El Porvenir, a escasos 100 metros del Anillo Periférico.

A los dos los detuvieron luego que los policías recuperaron la camioneta Honda doble cabina, placas YR-0038-A, en la colonia Residencial Pensiones 7 Etapa.

De acuerdo a lo que se supo, los arriba mencionados contactaron al propietario del vehículo, por medio del Facebook, para comprar la camioneta.

Lo citaron en el parque de la colonia Itzimná y le pidieron que dieran una vuelta por calles cercanas para probarla.

Supuestamente probaban el vehículo cuando surgió una discusión y mientras uno de ellos lo sujetaba, el otro le clavó un arma blanca a la altura del corazón.