MÉRIDA, Yucatán, miércoles 26/05/21.- Delincuente reincidente y mañoso, Luis Abel Magaña Tilán usó el injusto sistema penal mexicano, para recibir una pena ridícula, luego que golpeó e insultó a placer a su ex mujer, quien le dio posada durante el paso de la tormenta tropical “Cristóbal”.

Conocedor del Sistema de Justicia Penal, que apoya a los delincuentes y los deja sin castigo o con castigo mínimo, Abel Magaña Tilán se acogió a un perverso procedimiento abreviado y sólo lo condenaron a 2 años y 9 meses de cárcel.

Con insistencia del juez de control Santos Alfredo May Tinal, y de las autoridades judiciales, la mujer golpeada aceptó llegar a un acuerdo con el sujeto llegó para buscar la terminación anticipada del proceso penal por el delito de violencia familiar.

Este energúmeno negoció que lo amonesten públicamente; que le suspendieran sus derechos políticos; que le retiren sus derechos de familia; que no le otorguen los beneficios sustitutivos de sanciones por ser reincidente; que repare el daño en forma genérica, y que después de 3 años de compurgada la condena no se acerque al domicilio de la mujer e hijos.

En la denuncia, se expuso que los hechos se dieron el 5 de junio del 2020, a las 14 horas, cuando, sin motivo alguno, insultó a placer a su ex y luego la golpeó.

El agresor y la mujer vivieron juntos durante 10 años y procrearon tres hijos, todos menores de edad, y se separaron debido a las constantes agresiones que ejercía el sujeto, además que se dedicaba a robar y atacar a las personas.

Al salir de la cárcel y quedarse sin trabajo y techo, convenció a su ex, en mayo del año pasado, para ir a vivir de nuevo a su casa de la colonia San Antonio Kaua IV.

El 5 de junio, una de sus hijas le había pedido a su madre que la acompañara al baño que está separado del predio, lo cual hizo, y cuando Magaña Tilán vio que no regresaba salió a buscarla y al encontrarla en el exterior de la vivienda, la encaró y aprovechó para insultarla, amenazarla y golpearla.

Incluso, en el interior de la vivienda, continuaron las amenazas, hasta que en un momento dado la mujer salió de la casa y le pidió ayuda a una patrulla que realizaba labores de vigilancia y con unos policías regresó a la casa, donde señaló al agresor, al que detuvieron.