CIUDAD DE MÉXICO, jueves 21/05/21.- El periodista Carlos Loret de Mola reveló que Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública en los primeros dos años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y actual candidato a la gubernatura de Sonora por Morena, escondió nueve predios con una empresa que puso a nombre de su familia.

De acuerdo con un reportaje de Latinus, Durazo oculta que es dueño de nueve propiedades en México y Arizona, Estados Unidos, cuyo valor asciende a 214 millones de pesos.

Cabe señalar que no es la primera vez que Loret de Mola revela propiedades de funcionarios en la administración de López Obrador.

En un reportaje publicado en agosto de 2019 señaló que el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, tiene un “imperio inmobiliario” de 25 propiedades, con un valor superior a los 800 millones de pesos (mdp).

Sin embargo, el funcionario declaró que su patrimonio es de 51 millones de pesos (mdp) y sus ingresos anuales son de 11 mdp.

En el reportaje sobre las propiedades de Durazo Montaño se señala que para esconderlas usó la empresa Inmobiliaria Alta Sierra S.A. de C.V. en la que aparecen como accionistas su esposa y sus dos hijos.

Sin embargo, según el cronograma, el exfuncionario se desempeñó como administrador único de la empresa cuando se realizó la mayoría de las compras.

De las propiedades no declaradas por el candidato de Morena destacan un rancho de mil hectáreas y locales comerciales.

También un edificio, del que renta 500 metros cuadrados a la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora, y una casa en Bahía de Kino adquirida por la inmobiliaria a Amado Carrillo Barragán, hijo del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”.

El patrimonio de Durazo se erigió durante sus encargos como funcionario público por más de 20 años, no obstante lo mantiene fuera de sus declaraciones patrimoniales, incluso como secretario de Estado del presidente López Obrador.

Sin embargo, y contrario al estatus de las propiedades, el candidato aceptó en su declaración patrimonial de 2018 ser el propietario de dos cuentas bancarias a nombre de Inmobiliaria Alta Sierra.

Los inmuebles adquiridos entre 1994 y 2016 se encuentran como patrimonio fijo de la empresa, es decir, contrario a su naturaleza, no ha comprado estas propiedades para luego venderlas sino las mantiene como propias.

EL UNIVERSAL