SANTIAGO DE CHILE, martes 18/05/21 (EFE).— Los chilenos encargaron a ciudadanos ajenos a partidos políticos impulsar un proceso de cambio a partir de la redacción de una nueva Constitución, otorgándoles en las elecciones constituyentes de este fin de semana casi un tercio de los 155 escaños de la convención que elaborará el nuevo texto.

Los independientes son ciudadanos que defienden diversas sensibilidades, desde el feminismo al medio ambiente, la educación, la justicia social o la salud, que presentaron su candidatura para la ocasión, siendo esta la primera vez en la historia en la que se permitió que personas ajenas a estructuras de los partidos políticos tradicionales postulasen a unas elecciones.

Los partidos políticos tradicionales fueron los grandes derrotados de esta doble jornada electoral (sábado y domingo), logrando una representación muy inferior a la esperada, en especial la candidatura de la derecha oficialista, que se quedó muy por debajo del tercio de los asientos a los que aspiraba.

La suma de las dos listas de los partidos de la oposición de izquierda también quedó lejos de alcanzar por sí misma los dos tercios que se les llegó a atribuir antes de las elecciones.

Con el 96.2 % de los votos escrutados, los independientes obtuvieron 48 escaños, las dos grandes listas de la oposición de izquierdas sumaron 52 (27 de Apruebo Dignidad y 25 de Lista del Apruebo) y la derecha, que se presentó en una única lista denominada Vamos por Chile, alcanzó 38.