CIUDAD DE MÉXICO, sábado 10/04/21.- En los últimos días, se conoció el caso de un bebé en Irak que nació con tres penes, se trata del primer registro de una “trifalia” en la historia.

Los científicos explicaron que uno de cada cinco a seis millones de niños nace con más de un pene, con alrededor de 100 casos de difalia registrados en todo el mundo. La difalia es una condición muy extraña en el mundo, en la que el hombre nace con dos penes. Esta enfermedad puede presentarse en uno de cada cinco o seis millones de nacimientos a nivel global. Sólo se conocen 100 casos desde que fue reportado por primera vez por un médico suizo en 1609. Uno de ellos es el de Diphallic Dude, un anónimo que publicó un libro contando las experiencias y consecuencias que le generó en la vida.

En el caso de Diphallic Dude, los dos miembros están bien desarrollados y son funcionales. Tampoco sufre de otra malformación y, según el joven, él tiene una sola vejiga y una próstata con un tamaño un poco mayor al promedio, pero no tiene muchas más complicaciones de salud.

De acuerdo a un estudio del National Center for Biotechnology Information en el que se analizaron a seis personas -de edad entre dos días y 14 años- con esta patología, todos los pacientes con duplicación uretral tienen que ser evaluados con sumo cuidado debido a la alta incidencia de otras anomalías sistémicas. El tratamiento para la difalia por lo general incluye la escisión de la estructura del pene duplicado y su uretra.

“El difalo es una anomalía extremadamente rara. Se han descrito numerosas anomalías genitourinarias, gastrointestinales y de otro tipo asociadas con el difalo. Estos pacientes necesitan varias investigaciones y finalmente una intervención quirúrgica”, escribieron los investigadores.

De los seis pacientes con difalo que se evaluaron, cinco tenían difalia completa y uno tenía difalo bífido. La anomalía asociada más común fue el escroto bífido (5 casos), y otras anomalías comunes consistieron en duplicación de la vejiga (3 casos), ano imperforado (2 casos) e hipospadias (2 casos).

Actualmente no se sabe con certeza que provoca que el feto desarrolle dos penes, que pueden estar presentes uno al lado del otro o uno encima del otro. Los indicios apuntan a que puede deberse a algún tipo de estrés o anomalía ocurridos a mitad de la gestación. Aún así, los afectados pueden llevar una vida sana y normal luego de recibir ayuda médica y psicológica, si fuese necesario.

Hay distintos tipos de difalia. Por ejemplo, ambos penes pueden ser muy distintos en tamaño y en apariencia. También puede haber un solo pene completamente desarrollado y uno parcial. Pueden desarrollarse escrotos bífidos (escroto hendido en dos) y dos vejigas. Y en algunos varones puede haber malformación del ano.

Consultado por Infobae, Javier Belinky, cirujano urólogo encargado del sector de Cirugía Reconstructiva Genital y Cirugía Transgénero del Hospital Durand, explicó: “lo que son duplicaciones de genitales externos, que se puede conocer como difalia o bifalia son casos muy infrecuentes, hay muy poco reportado en la literatura. En lo que respecta a la trifalia, no conozco casos salvo el reciente caso del bebé iraquí y se trata de cuadros raros”.

“Por un tema embriológico se duplican parte o totalmente todo lo que es el aparato reproductor inferior, hay veces que hay un pene normal y un esbozo de pene hacia el costado, a veces hay penes completamente duplicados incluso con escroto y uretra -conducto por el cual se orina- y también con duplicaciones de vejiga”, precisó Belinky, y añadió: “Se documentaron casos de combinación con malformaciones anorrectales como cloacas o ano imperforado, malformaciones como extrofia de la vejiga, ofrecida al abdomen o malas fusiones o cierres del pubis, hueso ubicado delante de la vejiga”.

Según resaltó el experto, “son casos de muy muy rara aparición y habitualmente su resolución si los pacientes tienen malformaciones que les impiden nacer y vivir normalmente se recurre a una intervención quirúrgica”.

Según Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo, sin dudas se trata de una “afección congénita rara que provoca sufrimiento en quien la padece. Más allá del imaginario social respecto a tener más de un pene, la malformación no es motivo de orgullo ni de potencia viril, por el contrario, es motivo de bullying durante la infancia y la adolescencia y conductas de alejamiento social y evitación de contactos sexuales, lo cual limita la vida amorosa y erótica”.

“La difalia puede consistir en tener los dos penes completos, es decir, con los cuerpos cavernosos, esponjosos y uretras, pero también puede presentarse con un pene completo y el otro con falta de alguna estructura. También es común que esta patología coexista con doble próstata, doble vejiga u otras malformaciones en otros órganos, lo cual le trae al sujeto problemas agregados”, agregó.

“Desde el punto de vista psicológico, las patologías congénitas genitales, tanto las que tienden a la atrofia, como el micropene, como las que aumentan el tamaño del órgano o con más órganos genitales, son motivo de complejo y de angustia”, analizó. “Un hombre con un pene muy grande o con dos penes no exalta sus capacidades viriles, sino que las desmerece porque no deja de tener un problema que hay que resolver. Algunos hombres con difalia han sido tentados por la industria del porno, pero se muestra y se ve como un freak. Los tratamientos son quirúrgicos y consisten en sacar uno de los penes y corregir la posición de los testículos”.

De acuerdo a un análisis de la Unidad Médica de Alta Especialidad de Monterrey un hombre con esta condición puede ser capaz de sostener erecciones, de eyacular y de orinar por ambos penes, siempre que estos sean completamente normales. Igualmente, puede tener relaciones sexuales sin muchas dificultades y procear hijos, aunque la mayoría de los individuos son infértiles. Además, la difalia no se hereda de padres a hijos.

La mutación puede producirse de dos formas. En la primera, la más habitual, el pene o el glande se duplican, pero no se produce la creación de una nueva uretra. En la segunda, mucho menos usual dentro de la rareza de la enfermedad, el nuevo miembro tiene una funcionalidad completa y permite al sujeto eyacular y orinar por ambos penes.

En sí, se genera en la quinta semana de gestación debido –entre otras cosas- a una fuerte lesión o el estrés químico de la madre. Estos factores hacen que se produzca una mutación genética y que el bebé que nazca tenga dos penes.

No hay cura para los hombres con patología, pero sí se puede amputar uno de los penes quirúrgicamente, específicamente si es parcial o está malformado. Aunque la cirugía es una opción, no siempre es el método adecuado, ya que podrían surgir complicaciones durante la misma. Un especialista evalúa cada caso y, entonces, aconseja el método a seguir, ya sea extirpación de uno de los genitales o corrección de alguna malformación.

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