CIUDAD JUÁREZ, viernes 09/04/21 (EFE).— Más de 15,000 menores migrantes arribaron solos entre enero y febrero a la frontera norte mexicana en busca del sueño americano y otros 200 lo hicieron acompañados, según cifras oficiales de Estados Unidos.

De estos, más de un centenar llegaron hasta la violenta Ciudad Juárez y se convirtieron en el reflejo de un fenómeno creciente y extremadamente peligroso.

El pasado 31 de marzo, el Instituto Nacional de Migración (INM) de México informó que localizó a un niño hondureño de 4 años viajando solo cerca del río Bravo en Reynosa, Tamaulipas.

Iba con otras nueve personas, tres eran mujeres adultas, pero ninguna lo reconoció como familiar.

Situaciones dramáticas como esta también acontecen del otro lado de la frontera, en Estados Unidos, donde el martes agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) rescataron a dos hermanos de 5 y 6 años abandonados por traficantes en un zona rocosa entre California y México.

Y días antes, un vídeo del CBP reveló cómo traficantes de personas dejaban caer a dos niñas ecuatorianas, de 3 y 5 años, desde lo alto del muro fronterizo.

“Solo Dios conoce el corazón de esas personas que dejan a sus hijos, quizás es la desesperación”, dijo ayer Evelin Contreras, hondureña de 18 años que viaja con Daniel, su hijo de 2.

Evelin huyó de Honduras por la corrupción y la violencia. “No se puede vivir ahí”, remarcó la joven, hoy hospedada en un refugio de Ciudad Juárez llamado El Buen Samaritano y con el deseo de cruzar a Estados Unidos para dar una buena educación a su hijo.

Según datos de la Secretaría de Gobernación (Segob), entre enero y febrero de 2021 se presentaron ante las autoridades migratorias un total de 21,868 personas, de las cuales 1,742 eran menores de edad y cerca de 800 de estos viajan sin acompañamiento. Las cifras oficiales estadounidenses son todavía más dramáticas. Entre enero y febrero el CBP detuvo a casi 180,000 migrantes. De estos, 15,315 era menores no acompañados y apenas 245 viajaban con adultos.