MÉRIDA, Yucatán, martes 06/04/21.- Chivi y Mily personifican a la soberbia, la prepotencia, la altanería y el egocentrismo, defectos que las han llevado a rodar de partido en partido político, cuando no les cumplen sus caprichos y sus ansias insaciables de poder.

La peor es Milagros Romero Bastarrachea, quien se siente la esencia de sofos (sabiduría en griego): En el congreso que va a acabar se ganó el encono de sus 24 compañeros diputados, porque ella tiene la razón en todo, nunca se equivoca y lo que dice es la verdad, inatacable, como un dogma católico.   

Ambas dejaron al PAN y se fueron a Movimiento Ciudadanos, donde se sintieron dueñas del partido hasta que llegó Ivonne ortega Pacheco y las puso en su lugar; querían puestos para seguir en el poder, pero la ex gobernadora les pintó un violín, eso que ella sabe hacer más que bien.

En enero se fueron a Fuerza por México, en donde tardaron más en llegar que en dejar ese partido palero del PEJE, porque tampoco las hicieron candidatas a diputadas locales ni federales ni a regidoras.

Sin embargo, hoy en rueda de prensa dijeron que se deslindaron del partido FxM, por las candidaturas de último momento, como la de Ismael Peraza Valdez, candidato a la alcaldía de Mérida. Aunque Silvia dijo que era candidata pluri uno de la tercera circunscripción, habrá que preguntarle a Fito Calderón, presidente estatal de Fuerza por México si es verdad.

Son ahora diputadas sin partido. Creo nadie las va a extrañar, más bien agradecerán que se hayan ido.