MÉRIDA, Yucatán, miércoles 24/03/21.- A a José Alberto Parra Tax lo condenaron a 40 años de cárcel, porque violó a su pareja sentimental y luego la mató asfixiándola con una almohada, además de que dejó abandonados a su suerte a los hijos de la mujer, junto a cadáver de su madre varias horas.
El Tribunal Segundo de Enjuiciamiento emitió un fallo unánime, por feminicidio agravado, que en la fecha de los hechos era castigado de 30 a 50 años de prisión, porque ahora el feminicidio se castiga con pena de 40 a 60 años en Yucatán, por recientes modificaciones al Código de Procedimientos Penales.
También lo condenaron al pago de 750 días multa, equivalente a 60,450 pesos; a que repare el daño con un millón 616 mil 836 pesos; que pague apoyo psicológico a padres e hijos de la fallecida; proporcionar alimentos a sus hijos menores; participar en programas de reeducación contra la violencia hacia las mujeres; negaron los beneficios de sustitución de sanciones; amonestó, y condenó a la pérdida de derechos políticos y de familia.
Al parecer se dio el crimen porque la señora Marcelina P.P. estaba cansada de la violencia que ejercía en su contra este sujeto y decidió finalizar la relación sentimental.
La tarde del 23 de agosto del 2018 unos vecinos del fraccionamiento Pedregales II CTM, de Kanasín, vieron a dos menores (de 4 y 2 años) jugando bajo la lluvia, a las puertas de su casa, de modo que se extrañaron y fueron a hablar con la madre de los niños.
Al tocar a la puerta y no escuchar que alguien les contestara, se asomaron y vieron a la mujer en el piso, de modo que entraron y vieron que estaba muerta.
Por medio de la autopsia practicada se determinó que la causa de la muerte fue asfixia por sofocación, es decir le obstruyeron las vías respiratorias.
El cadáver de la mujer tenía golpes en ambos brazos, es decir, forcejeó con su agresor.
Se supo que la mujer, no obstante que estaba casada, tenía una relación de amasiato con su presunto homicida, al que le dijo que ya no quería nada con él, de modo que primero la atacó sexualmente y después, para que no gritara, le tapó la cara con una almohada y la mató.