SÍDNEY, martes 23/03/21 (EFE).— Las inundaciones que afectan desde la semana pasada al este de Australia, las peores en varias décadas, ya obligaron al desalojo de 18,000 personas y aislaron a 35 localidades, en una jornada en la que amenazaban con agravarse anoche con la caída de más lluvias torrenciales.

Las imágenes divulgadas por la televisión y las redes sociales muestran casas totalmente anegadas, parques infantiles convertidos en lagos, vacas con agua hasta las patas y canguros nadando en las riadas para tratar de salvar la vida, así como desplazamientos de la gente en canoas a través de las calles normalmente transitadas por vehículos.

Las inundaciones que afectan desde la semana pasada a la costa centro-norte del estado de Nueva Gales del Sury al oeste de Sídney, también comenzaron a sentirse con fuerza en la zona meridional del vecino Queensland, en un área que se extiende ayer a lo largo de 850 kilómetros del territorio australiano.

Algunas áreas de Nueva Gales del Sur, donde 38 localidades se declararon el fin de semana en estado de desastre natural, se “experimentan las peores inundaciones en cincuenta años”, dijo el primer ministro australiano, Scott Morrison, ante el Parlamento de Camberra.

Este desastre natural ya obligó a las autoridades a desalojar a unas 15,000 personas de la costa centro-norte de Nueva Gales del Sur, situada a unos 400 kilómetros al norte de Sídney y donde ya cayeron 900 milímetros de lluvias en los últimos seis días, aunque unas 35 comunidades de esta zona aún siguen aisladas.

El resto de los 3,000 desalojados son residentes de barrios en el oeste de Sídney, la ciudad más poblada de Australia, donde las carreteras y casas de las zonas aledañas de los ríos están cubiertas de agua, incluso el puente de Windsor, que se suponía protegido contra inundaciones.

Si bien en algunas partes del oeste de Sídney ya bajaron las alertas, las autoridades mantienen sus ojos en localidades como la de Windsor de cara a un recrudecimiento de la situación en los próximos días.

En Sídney, la represa Warragamba, la más importante de la ciudad, alcanzó su capacidad máxima la semana pasada y se encuentra en su nivel más alto desde 2016, lo que obligó a liberar 500 gigalitros de agua, una cantidad equivalentes a la capacidad hídrica de la bahía de esta urbe australiana.

La experta de la Oficina de Meteorología Helen Kirkup dijo que se prevé que la colisión de un sistema metereológico que causó las lluvias en estos días, con otro que se desplaza del interior de Australia, creará más lluvias en el estado de Nueva Gales del Sur.