TIZIMÍN, Yucatán, viernes 19/03/21.- En su desesperación, al ver que barco naufraga en las olas de su mal trabajo y corrupción, el alcalde Mario González permite el clandestinaje en el municipio, lo que atenta contra la salud de los tizimileños, denuncian ciudadanos.
Los denunciantes afirman que, por un lado, el alcalde quiere mostrar que está a favor de la salud, promoviendo en sus redes sociales el apoyo a la ciudadanía con la aplicación de las vacunas contra el Covid-19, pero por otro se hace de la vista gorda al permitir el funcionamiento de cantinas clandestinas.
“Es un secreto a voces que la autoridad municipal conoce dónde están ubicadas y quiénes administran las casas que cantineros han habilitado de manera clandestina durante esta pandemia, donde hay venta ilegal de bebidas alcohólicas e instalaron bares en forma, que carecen de permiso de funcionamiento”, precisaron los entrevistados.
De acuerdo con nuestras fuentes, los fines de semana los parroquianos acuden a estás cantinas clandestinas que operan ante la vista de la gente, aunque han desmantelado una que otra en la ciudad, sólo es faramalla del alcalde y de los policías, pues no tarda ni un mes y comienzan a funcionar de nuevo.
Aún no se le olvida a los tizimileños que los policías municipales fueron quienes decomisaron cientos de litros de bebidas alcohólicas durante la ley seca y que seguramente el alcalde las utilizó para sus fiestas privadas en su rancho, con sus flamantes funcionarios.
Por si fuera poco, el presidente municipal hasta promueve el alcoholismo en los jóvenes de las comisarías, ya que últimamente, en fines de semana ha organizado eventos deportivos, en los que ofrece su “tanda” y regala cartones de cerveza a la gente.