LONDRES, lunes 15/03/21.- Desde hace unos días algunos países decidieron suspender temporalmente la aplicación de la vacuna de AstraZeneca contra el Covid-19 ante reportes de que personas inmunizadas desarrollaron coágulos sanguíneos, pero no hay evidencias de que las inyecciones fueron la causa.

Entre los primeros países que tomaron la medida están Dinamarca, Irlanda y Tailandia y este lunes se sumaron Italia, Alemania y Francia, como medida de precaución citando los reportes sobre coágulos.

Este lunes autoridades noruegas informaron que una persona que recibió la vacuna de AstraZeneca falleció.

Aunque la semana pasada anunciaron que continuarán usando esa vacuna, las autoridades alemanas indicaron hoy que suspenderán su uso temporalmente siguiendo el consejo del ente regulador.

El presidente francés Emmanuel Macron anunció que su país también la suspenderá, mientras en España los responsables advirtieron que están revisando la situación.

En Italia el ente regulador también anunció una suspensión temporal, solamente como precaución.

Dinamarca fue el primero en suspender el uso de la vacuna de AstraZeneca, la semana pasada, al recibir reportes de que algunas personas sufrieron coágulos.

No hay pruebas de la relación
Las autoridades advirtieron que la suspensión duraría al menos dos semanas mientras el asunto era investigado.

Sin embargo, aclararon que “hasta el momento no hay prueba de que haya una relación causal entre la vacuna y los coágulos sanguíneos”.

Poco después Noruega, Islandia, Tailandia y el Congo hicieron lo mismo.

El sábado, las autoridades de Noruega reportaron que cuatro personas menores de 50 años que habían recibido la vacuna de AstraZeneca tenían un número inusualmente bajo de placas sanguíneas, lo que podría causar hemorragias.

El domingo Irlanda y Holanda también suspendieron el uso de este tratamiento.

En todos los países mencionados, sin embargo, las autoridades sanitarias aclararon que estaban tomando esa medida estrictamente como precaución.

Aun así, muchos otros países siguen usando la vacuna.

En respuesta a las suspensiones, AstraZeneca indicó que examinó los datos de 17 millones de personas que la recibieron en toda Europa y que “no hay evidencia alguna de un riesgo mayor” de coágulos sanguíneos en ningún grupo etario ni en ninguno de los dos sexos.

La Agencia Europea de Medicamentos también dijo que no hay indicio alguno de que las vacunas causaron esas condiciones.

Añadió que la proporción de personas que sufrieron coágulos sanguíneos y recibieron la vacuna de AstraZeneca no es mayor a los que no la recibieron.

En Gran Bretaña, donde ya se aplicaron 11 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca —más que ningún otro país— surgieron reportes de que 11 personas sufrieron coágulos.

Sin embargo, en ninguno de los casos se pudo probar que la causa sea la vacuna.

Algunos expertos señalan que debido a que las campañas de vacunación se están realizando primero en personas más vulnerables es muy probable que ya estén sufriendo de dolencias previas.

Por tanto, se hace difícil comprobar que la vacuna es la responsable de algo que ocurra después.

Siempre que se realiza una masiva campaña de vacunación es común que algunas personas tengan una reacción adversa, simplemente porque se trata de millones y cada una tiene un organismo distinto.

La mayoría de estos problemas no tienen nada que ver con la vacuna, pero debido a que está en una etapa experimental los expertos están en la obligación de investigar cualquier posible efecto secundario adverso.