WASHINGTON, miércoles 10/03/21 (EFE).— La Cámara de Representantes de Estados Unidos debatió ayer el enorme plan de estímulo fiscal respaldado por el presidente Joe Biden para impulsar la economía del país en plena crisis de la pandemia, y que se espera que sea votado hoy sin un solo respaldo republicano.
“Lo aprobaremos, será ratificado como ley y llevaremos el alivio a la gente”, recalcó el legislador demócrata Pete Aguilar este martes a los periodistas.
El plan, de 1.9 billones de dólares, salió adelante el sábado en el Senado, donde los demócratas hicieron valer su ajustada mayoría.
La propuesta vuelve ahora a la Cámara Baja, ya que el plan fue modificado en el Senado, donde los demócratas lo moderaron para ganarse a los centristas del partido.
La Cámara de Representantes había aprobado la versión original del plan de Biden en enero, pero la versión del Senado incluye cambios como la reducción de los beneficios por desempleo de 400 a 300 dólares semanales y el rechazo de un aumento del sueldo mínimo federal a 15 dólares la hora.
El ala progresista de los demócratas consideró estos cambios como “concesiones relativamente menores”, en palabras de la congresista Pramila Jayapal.
“El Plan de Rescate Estadounidense (como se conoce la legislación) es un paquete verdaderamente progresista y valiente que cumple su promesa de poner dinero directamente en los bolsillos de la gente y derrotar la propagación del coronavirus, que es responsable de nuestra crisis económica”, señaló Jayapal en un comunicado.
En esa cámara, los demócratas cuentan con una mayoría más cómoda, de modo que su aprobación definitiva en el Congreso de Estados Unidos está prácticamente asegurada.
El proyecto de ley incluye nuevos pagos directos de 1,400 dólares a los contribuyentes con ingresos inferiores a los 80,000 dólares anuales por persona, cantidad superior a los cheques de 600 y 1,200 dólares que se entregaron en los anteriores paquetes de estímulo.
Amplía también, hasta comienzos de septiembre las ayudas al desempleo, de 300 dólares semanales, ya que los actuales fondos expiran el 14 de marzo, fecha límite que se han marcado tanto la Casa Blanca como los demócratas en ambas cámaras para tener el proyecto finalizado.