MÉRIDA, Yucatán, jueves 04/03/21.- El perverso juego de Rolando Zapata Bello: Mientras jugaba a ser priistas proponiendo candidatos, alentaba a peones suyos para que engrosen las filas de MORENA, en su obsesión de querer mandar siempre.

Lo malo de Rolando, es que su equipo de colaboradores cercanos carece de experiencia o de plano la soberbia les nubla la inteligencia.

No es nuevo el hecho de que jueguen a lo que no saben y cometan errores garrafales, como cuando quisieron acabar con Renán Barrera Concha, pero lo martirizaron de una manera muy burda, pendeja, para ser muy claro, y el panista salió del retén alcoholímetro directo a la alcaldía meridana.

Otro grave error fue el de tirar acido a las calles de Mérida, para tratar de dañar la imagen del alcalde panista Mauricio Vila, pues también lo martirizaron y lo hicieron gobernador.

Sin embargo, a pesar de tanto error, cegados de poder y por la riqueza que habían amasado, ellos pensaron que podían jugar a ser dioses y creyeron que todo les saldría bien, de modo que escogieron a los dos peores candidatos para la alcaldía meridana y el gobierno estatal: Víctor Caballero Durán y Mauricio Sahuí Rivero.

El resultado de esta doble imposición, una doble y escandalosa derrota, que no les sirvió para abrir los ojos, siguen cegados de soberbia. Rolando y sus amiguitos dejaron en estado vegetal al PRI y ahora pretenden acabarlo.  

Les sobra dinero, les sobra muchísimo dinero y quieren poder, pero la opinión de los meridanos y de los yucatecos en las urnas puede ponerlos de nuevo es su lugar, ahora disfrazados de morenistas y queriéndole ver la cara a los priistas.